OPINIÓN DEL LECTOR

No el 0,7%, sino el 70%

Leía ligero y con asentimiento un artículo sobre le regresión moral de Europa tras la primera guerra mundial, hasta que se me presenta una curva cerrada que me hace chirriar las neuronas: '(...) Incluso los denostados burgueses fueron pese a sus injusticias grandísimos trabajadores a lo largo de siglos, y en enorme parte, la riqueza actual del primer mundo es fruto de su acometividad y perseverancia'. Estoy totalmente de acuerdo con el contenido de la primera parte de la frase, pero se me presetan grandes dudas para aceptar que el origen de la riqueza del primer mundo sea lo que dice la segund...

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Leía ligero y con asentimiento un artículo sobre le regresión moral de Europa tras la primera guerra mundial, hasta que se me presenta una curva cerrada que me hace chirriar las neuronas: '(...) Incluso los denostados burgueses fueron pese a sus injusticias grandísimos trabajadores a lo largo de siglos, y en enorme parte, la riqueza actual del primer mundo es fruto de su acometividad y perseverancia'. Estoy totalmente de acuerdo con el contenido de la primera parte de la frase, pero se me presetan grandes dudas para aceptar que el origen de la riqueza del primer mundo sea lo que dice la segunda parte de la frase. El origen de la riqueza de un continente está principalmente en el subsuelo (minerales, petróleo, gas), en sus vegetales, especias, madera y bosques tropicales. Nada o poco de ésto había en Europa; a diferencia de África, era un continente sin materias primas. En consecuencia los países europeos eran pobres, más aún cuando arrasaron sus bosques, para construir barcos y poder llegar a esos continentes.

Hoy los países europeos pertenecen al primer mundo y son ricos, por el contrario los países africanos son pobres, desolados por las enfermedades y con los niños muriéndose de hambre; e India, Indochina y Centro y Suramérica, parecido. En todos estos países, asolados por la pobreza, se da una característica común, y es que a unos antes y a otros después, llegaron los europeos.

Sin señalar países concretos, instituciones militares, religiosas, ni razones políticas, con sólo hacer una auditoría objetiva a Europa desde el siglo XVI al XIX, se conocería el orígen de su riqueza. Si con ella en la mano se tratara de ser no buenos, sino justos, no se discutiría en los parlamentos europeos el 0,7 ni el 7%, sino el 70%.

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