Un tribunal impone una pena baja a un violador por haber actuado en 'estado pasional'

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona ha impuesto una pena de cinco años de cárcel a un joven que secuestró a su suegra y su ex novia -a la que violó tras amenazarla con un cuchillo- al aplicarle la atenuante 'muy cualificada de estado pasional' motivado por su ruptura amorosa. El tribunal considera que el acusado, Juan Carlos R. B., nunca aceptó el fin de la relación sentimental e ideó un plan para pasar el día con su ex novia y después suicidarse. Por ese motivo, acudió al domicilio de la ex novia y la retuvo junto a su madre. Allí consumió cocaína, a la que no era habit...

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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona ha impuesto una pena de cinco años de cárcel a un joven que secuestró a su suegra y su ex novia -a la que violó tras amenazarla con un cuchillo- al aplicarle la atenuante 'muy cualificada de estado pasional' motivado por su ruptura amorosa. El tribunal considera que el acusado, Juan Carlos R. B., nunca aceptó el fin de la relación sentimental e ideó un plan para pasar el día con su ex novia y después suicidarse. Por ese motivo, acudió al domicilio de la ex novia y la retuvo junto a su madre. Allí consumió cocaína, a la que no era habitual, y violó a la chica, informa la Efe.

Los grupos especiales de la Policía llegaron al domicilio, en la localidad barcelonesa de Montcada i Reixac, y negociaron con el hombre, pero éste no les hizo caso e intentó suicidarse. El acusado ató una cuerda a la barandilla de un balcón, se anudó el otro extremo al cuello y se lanzó al vacío. Pero un policía que estaba en un piso inferior logró amortiguar la caída.

El tribunal indica: 'La ruptura de la relación afectó profundamente al acusado, el cual se negó a aceptarla, y durante los días que transcurrieron entre la ruptura y el día de los hechos, fue rumiando su plan'. Los jueces justifican que ese plan 'comportaba no sólo la privación de libertad de la víctima, sino el suicidio del procesado'. La sentencia entiende que 'la intención suicida era seria' y que el hombre se dotó de una cuerda y cocaína 'con el fin de darse ánimo' para quitarse la vida. Los jueces aprecian que el procesado 'sufrió una grave alteración psíquica como consecuencia de la ruptura sentimental, que fue la causa de los hechos'.

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