OPINIÓN DEL LECTOR

Una ratonera con lacitos

Por lo que veo, el Consistorio está embarcado en ciertos barrios, no sé si en todo Madrid, en un proyecto múltiple de embellecimiento, a la vez que intenta mejorar el tráfico evitando casos de mal estacionamiento. Para esto han decidido reducir la calzada, aumentar las aceras, poner bolardos, crear amplias penínsulas rampa-bolardo en las esquinas y, si la calle es un poco amplia, poner una mediana con arbolitos.

Hasta aquí, perfecto, pero en un plano. Vayamos a la cruda realidad. Mi barrio es antiguo (Puerta del Ángel, Latina) y la mayoría de las calles son muy estrechas, aunque haya al...

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Por lo que veo, el Consistorio está embarcado en ciertos barrios, no sé si en todo Madrid, en un proyecto múltiple de embellecimiento, a la vez que intenta mejorar el tráfico evitando casos de mal estacionamiento. Para esto han decidido reducir la calzada, aumentar las aceras, poner bolardos, crear amplias penínsulas rampa-bolardo en las esquinas y, si la calle es un poco amplia, poner una mediana con arbolitos.

Hasta aquí, perfecto, pero en un plano. Vayamos a la cruda realidad. Mi barrio es antiguo (Puerta del Ángel, Latina) y la mayoría de las calles son muy estrechas, aunque haya alguna ancha; la nueva reforma efectuada hace que todas esas medidas que en el mes de agosto, cuando no hay nadie en Madrid, sean perfectas, y sean totalmente ineficaces y retrógradas el resto del año.

En general, y en todos los sitios, las penínsulas de las esquinas son tan exageradas que los coches grandes y las camionetas giran dificultosamente o con necesidad de maniobra.

De camiones grandes (bomberos), ya ni hablar, pienso también cómo se van a construir las obras. En las calles que pasa un autobús, un martirio. Téngase en cuenta que casi toda la barriada tiene calles de itinerarios casi lineales, ya que no pueden girar en un sinfín de sitios. En las calles con mediana, las ambulancias o bomberos, en fin, el servicio público de emergencia, no tienen poder de escapatoria (el propio paseo de Extremadura).

También los bolardos están puestos independientemente del ancho de la acera, dándose el caso de que, en partes de calles con acera estrecha, el bolardo ocupa la mitad de la misma, impidiendo el paso normal del peatón. En fin, si en alguna calle antes podían circular dos coches, después de la reforma estamos condenados a la fila india.

Como curiosidad apuntaré que en el año sesenta y pocos se urbanizó la calle de Caramuel. Era la maravilla, era el progreso, una calle de más de veinte metros, amplia, muy amplia, tanto así que los niños la llamábamos La Pista. Por fin, una ciudad sin apreturas para el futuro. Hoy, la calle de Caramuel sólo permite la circulación de un vehículo por dirección; isletas, mediana, aparcamientos en batería, esquinas excedidas y construcciones de hueco de escalera sobre la acera hechos por el propio Ayuntamiento, hacen posible lo que parecía imposible: que donde nunca hubo atascos, ahora los haya, incluso de peatones en la acera invadida.

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Con los incrementos de penínsulas, las plazas de aparcamiento también se han reducido, y, aunque se utilice el transporte público, necesitamos aparcar el coche, pero tampoco hay garajes, ni hay aparcamientos alternativos, porque es un barrio de los años cincuenta. Para tomar estas medidas previamente hay que dotar otras alternativas, aunque sean costosas.

Señor Álvarez del Manzano, señores concejales: no se pueden hacer obras de embellecimiento sin tener en cuenta antes la realidad; aunque ustedes quieran hacer una ciudad más agradable en un papel, el automóvil existe y marca el ritmo de la ciudad, lo quieran ustedes o no.

Busquen normas intermedias, pero faciliten el tráfico, no lo interrumpan; recuerden que en Madrid somos muchos los que trabajamos con un automóvil y, sin maniobras, los atascos que provocamos son constantes y ayudan al gran caos.

Faciliten la licencia conjunta de obras, agilicen, no dejen a Madrid como la zanja eterna que congestiona la ciudad, aunque esto es otra novela. Los madrileños se lo agradecemos, y los conductores, mucho más; abran las puertas de la ratonera y estudien si le ponen luego lacitos.

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