Poblenou recupera su memoria industrial con un ciclo de exposiciones y dos centros de estudio
El centro cultural La Farinera del Clot, en el barrio barcelonés de Sant Martí, será el punto de salida de un eje que incluirá la fábrica de Can Saladrigas, en Poblenou, y la torre de Can Girona, cercana al Besòs, como espacios dedicados a preservar la memoria del pasado industrial de esa zona. Con ello se pretende que permanezca vivo un aspecto que ha configurado de manera definitiva la realidad de Barcelona. Como arranque de todo el proyecto, en la Farinera se presenta la exposición La ciutat de les fàbriques, de la que es comisario Francesc Caballé.
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El centro cultural La Farinera del Clot, en el barrio barcelonés de Sant Martí, será el punto de salida de un eje que incluirá la fábrica de Can Saladrigas, en Poblenou, y la torre de Can Girona, cercana al Besòs, como espacios dedicados a preservar la memoria del pasado industrial de esa zona. Con ello se pretende que permanezca vivo un aspecto que ha configurado de manera definitiva la realidad de Barcelona. Como arranque de todo el proyecto, en la Farinera se presenta la exposición La ciutat de les fàbriques, de la que es comisario Francesc Caballé.
La ciutat de les fàbriques, exposición de carácter documental y didáctico que estará abierta hasta el 13 de enero de 2002, recorre de manera breve los distintos momentos de transformación del barrio de Poblenou, desde la época en que en los campos se tendían las telas de indiana para su secado hasta los modernos edificios aún en construcción, pasando por el auge industrial del siglo XIX y la decadencia de los años sesenta del pasado siglo.
El proyecto está impulsado por el Distrito de Sant Martí, el Instituto de Cultura de Barcelona (Icub) y el Museo de Historia de la Ciutat. Según explicó el concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, La Farinera dedicará cada año una exposición a documentar el pasado fabril del barrrio. 'También se hará hincapié en el aspecto humano', afirmó. 'La próxima exposición se dedicará a las mujeres trabajadoras y la siguiente tratará del impacto social que supuso la implantación de la jornada de ocho horas'. Junto a diversos materiales didácticos, como una guía de itinerarios industriales de Sant Martí, la difusión de este tema se hará también a través de conferencias, como la que celebrará el periodista Josep Maria Huertas Clavería el próximo 9 de octubre con el título de Cuando los obreros existían.
El siguiente vértice del triángulo de espacios dedicados al proyecto de interpretación del patrimonio industrial estará situado en la antigua fábrica de Can Saladrigas, donde, junto a talleres de artistas, 'se creará una biblioteca y un centro de documentación sobre el tema', tal como explicó el concejal del distrito de Sant Martí Francesc Narváez, que apuntó el año 2005 como fecha de puesta en marcha de estos servicios.
Dentro de este proyecto, la futura función de la torre de aguas de Can Girona será de divulgación popular. Con toda probabilidad, el movimiento obrero será el tema que centre sus actividades.
El proyecto La ciutat de les fàbriques está relacionado con el proceso de desarrollo de nueva industria dentro del plan 22@, ya que parte de las empresas que se instalarán en Poblenou ocuparán algunas de las 42 fábricas catalogadas que parcial o totalmente han de conservarse. El proyecto 22@ representará en algunos casos el nexo de unión entre el pasado y el futuro fabril del barrio. Así, el pleno del Ayuntamiento aprobó el pasado viernes la instalación de la empresa Retevisión en una antigua fábrica de galletas y chocolates de Poblenou. Retevisión tendrá que respetar la fachada y la estructura básica del edifico. En Ca l'Aranyó, otra de las viejas fábricas de Poblenou, se instalará un centro de producción audiovisual. Y desde hace años funcionan equipamientos culturales situados en antiguas fábricas, como Can Felipa y la propia Farinera del Clot.