OPINIÓN DEL LECTOR

Salvemos la Casa de Campo

Estoy asombrado con la pasividad del pueblo de Madrid ante las actuaciones moralistas de vecinos de la Casa de Campo y de los ecologistas -que ya disfrutan de una gran parte de la misma- que quieren convertir este parque, entregado al pueblo de Madrid, en una vitrina, reservada a peripatéticos, ciclistas y algunos animales domésticos.

La Casa de Campo, en la parte abierta al tráfico, no está deteriorada y existe un buen plan para su conservación.

Si el tráfico de coches la contamina, ¿cómo podemos justificar el mantenimiento del más intenso, el que la cruza en los horarios de ent...

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Estoy asombrado con la pasividad del pueblo de Madrid ante las actuaciones moralistas de vecinos de la Casa de Campo y de los ecologistas -que ya disfrutan de una gran parte de la misma- que quieren convertir este parque, entregado al pueblo de Madrid, en una vitrina, reservada a peripatéticos, ciclistas y algunos animales domésticos.

La Casa de Campo, en la parte abierta al tráfico, no está deteriorada y existe un buen plan para su conservación.

Si el tráfico de coches la contamina, ¿cómo podemos justificar el mantenimiento del más intenso, el que la cruza en los horarios de entrada y salida al trabajo?

Me pregunto para qué existen aparcamientos, restaurantes y zonas de recreo si he de desplazarme a ellas andando y, en su caso, transportando bártulos.

Esto limita la posibilidades de disfrute del parque y lo convertirá con el tiempo en un lugar inútil para el esparcimiento de los vecinos de Madrid y sus visitantes.

¿Es tan importante la transferencia de la prostitución a otras zonas de Madrid como para privarnos del disfrute de la Casa de Campo?

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Yo creo que, desde el punto de vista ecológico, lo más perjudicial es el tráfico que la cruza -promuévase la construcción de otros accesos-, y desde el punto de vista social, la prostitución se debe atajar con medidas preventivas, como con las drogas, creando una sociedad más justa que haga innecesaria la utilización de ese 'trabajo' como única solución para vivir, nunca con medidas represivas.

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