Chevènement evoca a De Gaulle al lanzar su candidatura a la presidencia

Presiones entre Los Verdes franceses para retirar a Alain Lipietz

¿La grandeur francesa terminará sirviendo a los críticos de la antimundialización? Jean-Pierre Chevènement, a quien el 44% de los franceses ve posibilidades como 'tercer hombre' en la carrera presidencial de Francia, citó ayer varias veces al general Charles de Gaulle durante su primer mitin de campaña, basado en sostener a Francia como 'una gran potencia política, en una Europa complemento, y no sustituto, de las naciones'; una Francia 'vuelta hacia los países del sur' y 'capaz de proponer reglas en la mundialización, con una defensa que sea ante todo la suya'.

Chevènement no de...

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¿La grandeur francesa terminará sirviendo a los críticos de la antimundialización? Jean-Pierre Chevènement, a quien el 44% de los franceses ve posibilidades como 'tercer hombre' en la carrera presidencial de Francia, citó ayer varias veces al general Charles de Gaulle durante su primer mitin de campaña, basado en sostener a Francia como 'una gran potencia política, en una Europa complemento, y no sustituto, de las naciones'; una Francia 'vuelta hacia los países del sur' y 'capaz de proponer reglas en la mundialización, con una defensa que sea ante todo la suya'.

Chevènement no decepcionó a las 8.000 personas que acudieron a escucharle a Vincennes, cerca de París. Una audiencia importante, cuando faltan ocho meses para las elecciones, que confirma la curiosidad suscitada por este candidato. Recogió ovaciones cuando dijo que 'con el franco no desaparece Francia'; tendió la mano a los 'verdaderos gaullistas' y llamó a 'la defensa de la República frente a la ley de la jungla'. Dotado de una larga experiencia política -ha sido ministro de Investigación, Industria, Educación, Defensa e Interior-, Chevènement dejó claro por qué se considera 'el hombre de la nación' frente a los otros dos probables aspirantes a la presidencia, el conservador Jacques Chirac y el socialista Lionel Jospin, a los que describe, con un punto de desprecio, como 'jefes de un partido'. 'La República está por encima de la derecha y la izquierda', espetó a sus simpatizantes.

Su programa mezcla temas caros a la derecha, como el de la seguridad ciudadana, con otros de la izquierda tradicional, al sostener la necesidad de 'modernizar, y no desmantelar, el Estado y los servicios públicos', incluso descendiendo al detalle de 'liberar' a los medios audiovisuales estatales de las mediciones de audiencia. Enfatiza la defensa de la escuela pública; guiña el ojo al 50% de la población con la promesa de 'plena igualdad de las mujeres', y promete aumentos importantes de guarderías y asistentes maternales.

Si el viento hincha las velas de este candidato, no puede decirse lo mismo del aspirante presidencial de Los Verdes, un partido hasta ahora aliado político de los socialistas.

Los problemas del candidato ecologista residen en que su pasado está festoneado de contactos con movimientos tan 'revolucionarios' como el Frente Nacional de Liberación de Córcega (FLNC) e incluso un grupo en la órbita de ETA. Estos datos se han conocido después de que Lipietz se pronunciara por la amnistía para los independentistas corsos con delitos de sangre, en plena oleada de violencia en la Isla de Belleza. La gran cantidad de enemigos del candidato de Los Verdes en sus propias filas han hecho muy fácil airear su pasado. Para hoy está previsto una suerte de 'consejo de guerra' ecologista; una reunión de notables, en la que se decidirá si Los Verdes retiran tan polémica candidatura.

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