Festeros de La Vila denuncian falta de seguridad en el acto donde se produjo la explosión de pólvora
Siete de los 27 heridos por quemaduras, en estado muy grave, y dos han sido dados de alta
La deflagración de pólvora se registró sobre las ocho y media de la tarde del viernes en el tramo del paseo marítimo de La Vila Joiosa, donde se celebran los actos de las fiestas de Moros y Cristianos. A esa hora, y ante unas 3.000 personas, se estaba desarrollando el acto denominado El alijo del contrabandista, que protagonizaban los trabuqueros de la compañía cristiana de Los Marinos. 'De pronto ví un como un fogonazo. Quedé envuelta en humo y llamas y empecé a correr', relató ayer Coro Pérez, capitana de Los Marinos.
La llamarada, según las primeras hipótesis de ...
La deflagración de pólvora se registró sobre las ocho y media de la tarde del viernes en el tramo del paseo marítimo de La Vila Joiosa, donde se celebran los actos de las fiestas de Moros y Cristianos. A esa hora, y ante unas 3.000 personas, se estaba desarrollando el acto denominado El alijo del contrabandista, que protagonizaban los trabuqueros de la compañía cristiana de Los Marinos. 'De pronto ví un como un fogonazo. Quedé envuelta en humo y llamas y empecé a correr', relató ayer Coro Pérez, capitana de Los Marinos.
La llamarada, según las primeras hipótesis de la investigación que realiza la Guardia Civil, procedía de una polvonera (cantimplora donde los festeros guardan la pólvora para cargar el trabuco) de uno de los participantes. La cantimplora, según la Subdelegación del Gobierno, estaba defectuosa. Por simpatía, el fuego se trasladó al resto de cantimploras, cuatro o cinco, según el alcalde; una docena, en opinión de los festeros. Cada cantimplora almacena 2,5 kilos de pólvora. La tensión del accidente se incrementó con una llamada sobre la colocación de una bomba. 'El aviso fue casi simultáneo al accidente', dijo el alcalde. La zona fue desalojada durante tres horas, hasta que los artificieros comprobaron que era una falsa alarma.
Tras la deflagración, los heridos, tendidos en el suelo, se contaban por decenas, hasta completar el número final de 27 personas heridas por quemaduras, de las cuales siete eran personas del público. Las víctimas, entre las que se encontraban dos niños, fueron trasladas primero al Hospital Comarcal de La Vila y desde este centro, en función de su estado, a otros hospitales de la Comunidad, así como de Murcia y Madrid. Ayer, según fuentes de la Consejería de Sanidad, permanecían hospitalizadas 25 personas, siete de ellas de carácter muy grave. Uno de los heridos fue trasladado hasta el centro de referencia de quemados de Getafe (Madrid). El estado de los menores, uno de Valladolid y otro francés, era menos grave.
Tanto los vecinos como los miembros de las diversas compañías festeras, así como el alcalde y Pedro Reig, presidente de la Asociación de Fiestas Santa Marta, abundaron en que se trató de un accidente. No obstante, los primeros cuestionaron las medidas de seguridad. 'El suelo estaba seco y no había sido mojado previamente como es tradicional', dijo la capitana de Los Marinos. 'Menos mal, que todavía tenían [los festeros] las ropas mojadas por el desembarco, porque si no las quemaduras hubieran sido más graves', añadió. 'Aquí no había ningún bombero', añadió otro miembro de la compañía, que también criticó la descoordinación de las labores de auxilio.