POLÉMICA

Las eléctricas recortaron en 50.000 millones sus inversiones en distribución en 2000

Las compañías negocian divididas la nueva regulación en plena polémica por los apagones

La divergencia de estrategias se ha notado en la polémica de los apagones. Mientras Endesa ha destacado el riesgo de cortes en el suministro en zonas concretas, el presidente de Unesa y de Unión Fenosa, José María Amusátegui, ha puesto el acento en la ausencia de riesgo y en la normalidad. Respecto a la situación del negocio de la distribución, llama la atención un dato: en 2000, las compañías eléctricas redujeron las inversiones en este apartado en 49.763 millones de pesetas (un 13,9%).

El tradicional frente eléctrico hace aguas. Endesa, la primera empresa del sector, con el 42% del me...

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La divergencia de estrategias se ha notado en la polémica de los apagones. Mientras Endesa ha destacado el riesgo de cortes en el suministro en zonas concretas, el presidente de Unesa y de Unión Fenosa, José María Amusátegui, ha puesto el acento en la ausencia de riesgo y en la normalidad. Respecto a la situación del negocio de la distribución, llama la atención un dato: en 2000, las compañías eléctricas redujeron las inversiones en este apartado en 49.763 millones de pesetas (un 13,9%).

El tradicional frente eléctrico hace aguas. Endesa, la primera empresa del sector, con el 42% del mercado, intenta asegurar sus posiciones tras el fracaso de la fusión con Iberdrola; Iberdrola, en pleno cambio de dirección, espera acontecimientos mientras recompone sus alianzas; Fenosa trata de mejorar posiciones e Hidrocantábrico espera la decisión del Ejecutivo sobre su situación accionrial, marcada por la suspensión de los derechos de voto de sus nuevos accionistas Electricidade de Portugal (EDP) y EnBW, controlada por Electricité de France (EdF).

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En este contexto, la reordenación el negocio de la distribución es clave. La distribución aportó en 2000 a las empresas de Unesa 1,6 billones del total del negocio estrictamente eléctrico, que se elevó a 2,18 billones. Es la almendra del negocio, que para el consumidor se traduce en alrededor de la cuarta parte del importe del recibo.

En apenas dos semanas, las compañías volverán a reunirse con el Gobierno para tratar sobre el futuro de este negocio y cómo deben repartirse ingresos e inversiones. Endesa, que controla un 46,3% de este negocio e ingresó por ello 853.391 millones de pesetas en 2000 trata de mantener su liderazgo. Los mensajes sobre los riesgos de colapso del sistema no son ajenos a esta situación.

El resto de empresas, mira de soslayo al gigante que dirige el ex ministro Rodolfo Martín Villa. Y a sus números (ver cuadro). Así, desde la competencia se destaca que las compañías más pequeñas, Fenosa e Hidrocantábrico, invierten más que Endesa e Iberdrola en mantener sus líneas. Y a cambio, obtienen menos. La relación entre ingresos totales por distribuir luz y beneficios obtenidos en 2000 es abrumadoramente favorable a las empresas más grandes, 7,30% y 5,51% de margen en el caso de Endesa e Iberdrola frente al 4,75% y 1,50% de Fenosa e Hidrocantábrico.

Y todo ello en un contexto de reducción de inversiones en el sistema de distribución. Un recorte que, según la memoria de Unesa de 2000, se repartió de entre los conceptos de personal y el resto de gastos operativos.

Las empresas restan trascedencia a los recortes llevados a cabo en el negocio de distribución -'se pueden reducir gastos sin afectar a la calidad del servicio' aseguran- y, en casos como los de Endesa, se arrima el ascua a la sardina al relativizar las comparaciones de números. Endesa obtuvo en 2000 un beneficio neto por distribuir electricidad de 62.329 millones de pesetas, tres veces más aproximadamente que en 1999 y con menos gastos. Pero esa cifra, según un portavoz de la compañía 'está distorsionada porque en el año anterior se separaron las actividades de generación, distribución y comercialización'.

Con todo, en Unesa se debate la idea de que el actual sistema de remuneración del negocio de distribución, el mismo que ha desatado la preocupación de los apagones, beneficia más a las empresas más grandes. Algo que hay que cambiar porque, como ha admitido implícitamente el Gobierno, no es admisible que las compañías ingresen más cada año sin responsabilizarse de la calidad del servicio que prestan.

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