Alemania ordena la captura de un ex represor argentino

Por vez primera, autoridades judiciales alemanes emitieron ayer una orden de captura internacional contra uno de los máximos responsables de la represión militar en Argentina, el ex general Carlos Guillermo Suárez Mason, que entre 1976 y 1979, como comandante del primer cuerpo del Ejército, tuvo bajo su mando varios centros clandestinos de detención en los que se torturó y asesinó a cientos de opositores al régimen.

Una de sus víctimas fue la socióloga alemana Elisabeth Käsemann, secuestrada en la noche del 8 al 9 de marzo de 1977 y asesinada el 24 de mayo de ese mismo año. A través de ...

Por vez primera, autoridades judiciales alemanes emitieron ayer una orden de captura internacional contra uno de los máximos responsables de la represión militar en Argentina, el ex general Carlos Guillermo Suárez Mason, que entre 1976 y 1979, como comandante del primer cuerpo del Ejército, tuvo bajo su mando varios centros clandestinos de detención en los que se torturó y asesinó a cientos de opositores al régimen.

Una de sus víctimas fue la socióloga alemana Elisabeth Käsemann, secuestrada en la noche del 8 al 9 de marzo de 1977 y asesinada el 24 de mayo de ese mismo año. A través de 'una investigación extraordinariamente difícil y dispendiosa', la fiscalía de Núremberg ha podido demostrar la cadena de mando que une a los ejecutores materiales de este crimen con Suárez Mason, según explicó ayer el fiscal jefe, Klaus Hubmann.

Suárez Mason es uno de los símbolos de la guerra sucia adelantada por los militares argentinos, y ya en 1987 fue encontrado responsable por un tribunal estadounidense de 43 asesinatos y 24 secuestros. Extraditado desde ese país a Argentina en 1988, quedó libre gracias a las leyes de indulto decretadas en 1989 y 1990 por el entonces presidente Carlos Menem. En 1999, sin embargo, fue detenido de nuevo como uno de los acusados del secuestro de 12 hijos de desaparecidos. Desde entonces se encuentra bajo arresto domiciliario en Argentina.

El hecho de que las autoridades germanas por vez primera se unan a los esfuerzos internacionales para perseguir a los responsables de la represión militar en el Cono Sur fue resaltado ayer por Kuno Hauck, miembro de la Coalición contra la Impunidad, que interpuso la demanda por el asesinato de Elisabeth Käsemann.