Reportaje:

Un fuego muy controlado

Una treintena de bomberos participan en Pinto en un simulacro de explosiones producidas con gases

Mientras aún resonaban en la capital los ecos de derrumbe de la techumbre del Palacio de Deportes a causa de un incendio, una treintena de bomberos de distintos cuerpos de extinción de la región se enfrentaron ayer con otras clases de llamas en la factoría de Repsol-YPF Butano de Pinto. Explosiones y cisternas que se incendiaban dieron trabajo a estos efectivos durante más de dos horas. En este caso se trató de unos simulacros controlados, aunque los fuegos eran reales.

Estos ejercicios se desarrollaron en la zona de prácticas de la factoría de Pinto como ejercicio práctico a una jornad...

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Mientras aún resonaban en la capital los ecos de derrumbe de la techumbre del Palacio de Deportes a causa de un incendio, una treintena de bomberos de distintos cuerpos de extinción de la región se enfrentaron ayer con otras clases de llamas en la factoría de Repsol-YPF Butano de Pinto. Explosiones y cisternas que se incendiaban dieron trabajo a estos efectivos durante más de dos horas. En este caso se trató de unos simulacros controlados, aunque los fuegos eran reales.

Estos ejercicios se desarrollaron en la zona de prácticas de la factoría de Pinto como ejercicio práctico a una jornada de formación en seguridad exterior impartida por Repsol y dirigida a profesionales del sector.

Los bomberos pudieron comprobar los tipos de extintores que existen y las formas más adecuadas para atajar incendios producidos por combustibles líquidos y gases licuados procedentes del petroleo (GLP). Una de las demostraciones más llamativas fue la realizada con una bombona doméstica de butano. El jefe de seguridad de la empresa suministradora, Santiago Aramendi, aplicó un soplete directamente a la bombona y al regulador y no se produjo ninguna deflagración. 'Llevo más de 30 años en la compañía y nunca he visto explotar una bombona de gas. Lo que siempre ocurre es que hay una fuga de gas, se forma una bolsa y ésta es la que explosiona', señaló Aramendi.

Los participantes también aprendieron cómo enfrentarse al incendio de una cisterna de gas y a las llamas procedentes de una tubería de butano. Éstas generan hasta 1.500 grados de calor, según informaron los técnicos. 'Estos incendios no se pueden apagar. Sólo hay que cerrar las válvulas para que se consuma el gas', añadieron.

Los bomberos intentaban controlar ayer con extintores un fuego de combustibles líquidos en la factoría de Repsol-YPF en Pinto.CLAUDIO ÁLVAREZ
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