Muere una niña en una piscina sin socorrista en un municipio de Lleida

Una niña de 10 años, vecina de Lleida, murió ahogada ayer en la piscina municipal de L'Espluga Calba (Lleida). El alcalde admitió que cuando se produjo el accidente no había en la instalación ningún socorrista, tal como obliga la normativa de la Generalitat de Cataluña, que precisamente entró en vigor el pasado martes. El Departamento de Sanidad ha abierto un expediente para intentar esclarecer los hechos.

El suceso se produjo al mediodía, cuando la niña C.S.M., de nacionalidad congoleña, se lanzó al agua en la parte más profunda de la piscina grande y, por causas que se ignoran, perdió...

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Una niña de 10 años, vecina de Lleida, murió ahogada ayer en la piscina municipal de L'Espluga Calba (Lleida). El alcalde admitió que cuando se produjo el accidente no había en la instalación ningún socorrista, tal como obliga la normativa de la Generalitat de Cataluña, que precisamente entró en vigor el pasado martes. El Departamento de Sanidad ha abierto un expediente para intentar esclarecer los hechos.

El suceso se produjo al mediodía, cuando la niña C.S.M., de nacionalidad congoleña, se lanzó al agua en la parte más profunda de la piscina grande y, por causas que se ignoran, perdió el conocimiento. A falta de conocer el resultado de la autopsia, no se descarta que la niña se golpeara en la cabeza con el borde de la piscina o que sufriera un corte de digestión. Ninguna de las personas que estaban en el recinto vio nada anormal.

La menor vivía con sus padres en Lleida, pero todos los años iba a pasar el verano a casa de unos familiares en L'Espluga Calba. Ayer, como solía hacer muchos días, la pequeña fue a bañarse con unas amigas.

Salvador Amat, alcalde independiente de la población, reconoció que la instalación carecía de socorrista. El martes entró en vigor un decreto de la Generalitat que modificó otro anterior sobre sanidad y seguridad en las piscinas. Este decreto obliga a disponer de un socorrista titulado en todas las instalaciones con más de 200 metros cuadrados de lámina de agua, como es el caso de la piscina de L'Espluga. Amat admitió que el ayuntamiento tenía la obligación de disponer de un socorrista durante el tiempo que estuviera abierta al público y justificó su ausencia diciendo que la persona que tenía que realizar esa función no se presentó a trabajar. "El fin de semana teníamos una chica que nos plantó porque le salió otro trabajo, y la persona que habíamos buscado para sustituirla tenía que empezar a trabajar hoy, pero no se personó", se excusó.

Amat explicó que el encargado de la piscina -la persona que tiene arrendado el servicio de bar y cuida de las instalaciones- advirtió a la niña para que no se bañara en la parte profunda, pero que ella hizo caso omiso y se lanzó al agua. Los servicios médicos intentaron reanimar a la pequeña, pero no pudieron evitar su muerte.

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