ARTE | EL MUSEO SE CONVIERTE EN CENTRO DE REFERENCIA DE AMBOS PINTORES

El IVAM incorpora a sus fondos más de cien obras de Zoran Music y Salvador Victoria

Desde Venecia, el pintor Antonio Zoran Music (Gorizia, Italia, 1909) disculpó en una carta su no asistencia al acto de presentación de la donación porque 'el viaje resultaría demasiado difícil para un pintor de noventa y dos años como yo' y se mostró 'honrado' y 'agradecido' por la exposición planteada. La donación recoge 5 lienzos y 45 trabajos sobre papel que ponen de relieve, muy en línea con su admirado Goya, la impronta que dejó en su vida el destierro, cuando su Gorizia natal fue anexionada por Italia, y la deportación que le llevó en 1944 al tristemente famoso campo de Dachau.

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Desde Venecia, el pintor Antonio Zoran Music (Gorizia, Italia, 1909) disculpó en una carta su no asistencia al acto de presentación de la donación porque 'el viaje resultaría demasiado difícil para un pintor de noventa y dos años como yo' y se mostró 'honrado' y 'agradecido' por la exposición planteada. La donación recoge 5 lienzos y 45 trabajos sobre papel que ponen de relieve, muy en línea con su admirado Goya, la impronta que dejó en su vida el destierro, cuando su Gorizia natal fue anexionada por Italia, y la deportación que le llevó en 1944 al tristemente famoso campo de Dachau.

Los dibujos realizados durante el cautiverio y salvados de la destrucción hasta la liberación definen en buena medida los parámetros de su obra futura. Una conversación de Jorge Semprun con Antonio Zoran y la visión de unos de los dibujos que éste hizo sobre los cádáveres de Dachau fue la espoleta que hizo estallar en aquél la necesidad de escribir su última obra, Le mort qu'il faut, aspecto que Kosme de Barañano destacó al glosar la figura del pintor. La gran retrospectiva del Grand Palais de Paris en 1995 dio a Zoran Music un grado de reconocimiento internacional del que jamás había gozado antes. 'Toda mi pintura trata deun solo tema: este paisaje desértico que es la vida', ha dicho. Un paisaje hecho de seres que apenas son sombras, reflejadas con una escala de colores mínima, todo lo contrario que Salvador Victoria (Mora de Rubielos, 1928-Madrid, 1994), un artista en el que la investigación sobre distintas posibilidades cromáticas y luminosas es una constante. La obra del pintor turolense donada al IVAM, que abarca desde 1954 hasta su muerte, es una espléndida muestra de su evolución artística a lo largo de medio siglo.

Un itinerario artístico entre Valencia y Teruel

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