CONTESTADOR AUTOMÁTICO DE 'EL PAÍS MADRID'

Ratas en la plaza de España

- Ruina sanitaria. 'Llamaba para comentarles que la sanidad nacional se va a arruinar si hace lo que dice con la distribución de la píldora del día después', sostiene una señora que asegura ser del signo Escorpio.

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- Ruina sanitaria. 'Llamaba para comentarles que la sanidad nacional se va a arruinar si hace lo que dice con la distribución de la píldora del día después', sostiene una señora que asegura ser del signo Escorpio.

- Luces innecesariamente encendidas. 'En las grandes ciudades cada día hay más contaminación lumínica', comenta un lector. 'No entiendo por qué razón los camiones de limpieza del Ayuntamiento, mientras se trasladan de un sitio a otro, lo hacen con las luces encendidas como si fueran ambulancias. A mi juicio', señala, 'esto sólo contribuye a poner más nerviosa a la gente; creo que únicamente deberían dar las luces cuando trabajen de noche o en condiciones excepcionales, no siempre'.

- Indefensa frente a la música. 'Vivo en el paseo de la Florida y les telefoneo para decirles que, aun con todas las ventanas doblemente cerradas, durante las pasadas fiestas he oído la música que hasta aquí llega desde Las Vistillas en fiestas', protesta Isabel.

- Ratas en la plaza de España. 'Expreso mi consternación por la existencia de una plaga de ratas en la plaza de España, precisamente donde juegan niños y se sientan centenares de personas', advierte asustada Carmen Blanco. 'Este hecho constituye una vergüenza sanitaria para la ciudad y para el turismo que visita un lugar tan céntrico', dice.

- 'Calle' de Gran Vía. 'Soy un madrileño que ha vivido muchos años en la calle de San Bernardo', cuenta un lector, 'y siento una irritación súbita cuando circulo por la avenida de la Gran Vía, como se ha llamado siempre, y veo que han sustituido la palabra avenida por la de calle. Siempre ha sido avenida, ¿por qué ahora le ponen calle de Gran Vía? Qué cosa más ridícula'.

- Edificio infantil apuntalado. 'Les informo de que en el colegio público Joaquín Costa, en la calle de Pontones, el edificio de educación infantil, concretamente el de los más pequeñines, se encuentra apuntalado', avisa un miembro de la asociación de padres de alumnos. 'Se ha dicho que uno de los pilares estaba en el aire y no acaban de tomarse medidas claras: siguen dándose las clases con los niños y los maestros dentro', explica. 'Hubo una reunión sobre este grave asunto convocada por la dirección del centro, pero a ella no comparecieron los arquitectos del Ayuntamiento. Creo', añade, 'que pueden existir riesgos graves para los niños; entretanto, los obreros están allí trabajando con sus cascos y sus martillos neumáticos, mientras los niños andan por ahí sin protección alguna'.

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- Adiós al Pasillo Verde. 'Soy uno de tantos vecinos de la calle del Laurel que hoy nos hemos levantado con la gran sorpresa de que todo un tramo de esta calle, el que va desde el paseo de la Esperanza hasta la glorieta de Santa María de la Cabeza, ha sido levantado', cuenta un lector. 'El caso es que el tan cacareado Pasillo Verde, donde esta vía se halla, se lo están cargando, porque van a meter tráfico rodado entre la glorieta y el paseo. Creo', sentencia, 'que se trata de una tomadura de pelo'.

- Coches sin retirar en Lavapiés. 'Me llamo Brígido López y estoy harto de pasarlas canutas para aparcar en Lavapiés', dice un lector. 'Para colmo, veo que en la calle del Hospital permanecen desde hace tiempo dos coches, uno que ha servido de hotel y otro de basurero; sobre ellos han colocado dos carteles blancos anunciando su retirada, pero ni por ésas. Me figuro', apunta, 'que el concejal del barrio se dará una vuelta y comprobará que no hacen caso de sus propias recomendaciones para la retirada de vehículos abandonados. Bien que nos cobran el sello de circulación, pero ni siquiera retiran los coches que ellos mismos dicen que deben ser retirados'.

- Vallecas, impuestos sí, ajetreo también. 'El Ayuntamiento debe estar recogiendo mucho dinero en licencias de obras de la empresa Madritel, el suficiente para compensar a los vecinos damnificados', sugiere una vecina de la calle de Rodríguez Espinosa. 'Aquí llevan ya más de veinte días con la calle tomada: a las cuatro de la madrugada', explica, 'llegan camiones para recoger contenedores de escombros; a las ocho, se presentan las excavadoras con martillos hidráulicos, y son las siete de la tarde y todavía no se han marchado'. Y agrega: 'Todo está quedando peor de lo que estaba. Se me olvidaba, la calle se encuentra en Vallecas, donde, al parecer, no viven personas, pero sí contribuyentes que pagan sus impuestos'.

- Retrasos en la línea 4. 'Mucho presume el señor Ruiz-Gallardón de los logros conseguidos en el metro, pero no nos explica por qué razón cada vez es más lento, por lo menos en la línea 4', protesta una usuaria. 'La velocidad ha disminuido mucho en los últimos tiempos y yo llego cada día más tarde a mi trabajo'.

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