La UEFA considera insatisfactoria la respuesta de la FIFA al 'caso ISL'

Blatter se escuda en el 'daño que causaría si se enterase la prensa' para no dar por ahora más explicaciones

La FIFA se tambalea. Ayer, su presidente, Joseph Blatter, no sólo tuvo que admitir ante el comité ejecutivo que su entidad tiene un agujero superior a los 5.000 millones de pesetas por la bancarrota de la compañía ISL, encargada de comercializar los derechos de márketing y televisión de los Mundiales de 2002 y 2006, sino que provocó el malestar de la UEFA, su afiliado más poderoso. Blatter no contestó a las 25 preguntas sobre el caso que le había planteado el presidente de la UEFA, Lenhart Johansson. 'Lo haré por escrito y de forma confidencial', apuntó Blatter.

'Por ahora nos reservamo...

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La FIFA se tambalea. Ayer, su presidente, Joseph Blatter, no sólo tuvo que admitir ante el comité ejecutivo que su entidad tiene un agujero superior a los 5.000 millones de pesetas por la bancarrota de la compañía ISL, encargada de comercializar los derechos de márketing y televisión de los Mundiales de 2002 y 2006, sino que provocó el malestar de la UEFA, su afiliado más poderoso. Blatter no contestó a las 25 preguntas sobre el caso que le había planteado el presidente de la UEFA, Lenhart Johansson. 'Lo haré por escrito y de forma confidencial', apuntó Blatter.

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'Por ahora nos reservamos un juicio sobre el caso de ISL a la espera de que Blatter nos dé por escrito una respuesta a las 25 preguntas que le habíamos planteado, porque hoy no ha respondido'. Gerhard Aigner, secretario general de la UEFA, no pudo ser más contundente al término del Comité Ejecutivo de la FIFA celebrado ayer en Zúrich, cuyo epicentro era la gravísima crisis de ISL. Blatter no tenía pensado convocar un comité extraordinario para este asunto hasta la asamblea general del próximo 7 de julio en Buenos Aires. Pero las presiones de Lenhart Johansson, presidente de la UEFA, le obligaron a convocar el comité de ayer. Hace unos días, el presidente del organismo europeo solicitó el aplazamiento de dicha reunión al coincidir con un examen médico que tenía que pasar en Estocolmo, pero la FIFA no aplazó el debate. No obstante, Johansson, que reclama desde que estalló el caso 'máxima transparencia' y, además, es vicepresidente del organismo mundial, incluyó en el orden del día 25 preguntas sobre ISL y su cuenta secreta en un banco de Liechtenstein con casi 8.000 millones de pesetas que debían haber engordado las cuentas de la FIFA y la UEFA. La FIFA ha denunciado a la compañía por fraude y malversación de fondos.

Ausente Johansson, lo cierto es que Blatter pasó ayer de refilón por las cuestiones planteadas por el presidente de la UEFA. Su argumento fue el siguiente: 'Contestaré a Johansson por escrito e intentaré tener un encuentro personal con él, porque cuando uno ve el cuestionario se da cuenta del daño que provocaría si trascendiera a la prensa'. 'La FIFA le responderá de forma confidencial, este es nuestro estilo', apostilló Blatter, que luego deslizó que no todos los miembros de su ejecutivo tienen la misma forma de mantener la confidencialidad. 'No acuso a nadie, ¿pero qué puedo hacer si uno de mis colegas no respeta el fair play?', subrayó el dirigente suizo.

Tras el polémico Comité Ejecutivo, Blatter se mostró optimista respecto a su futuro en la FIFA. 'No ha habido ninguna mención a un voto de censura y estoy seguro de que seguiré como presidente en el Congreso Extraordinario de julio en Buenos Aires. No puedo predecir el futuro, pero creo que en ese Congreso habrá un mejor entendimiento', dijo el presidente al término de una reunión que se prolongó durante más de cinco horas.

Beneficios en 2006 El presidente de FIFA aseguró que la quiebra de ISMM, cuya filial ISL poseía los derechos de comercialización de los mundiales del 2002 y el 2006 fuera de Europa y Estados Unidos, no afectará al torneo de Japón y Corea, 'ya que las pérdidas que puedan crear la crisis de ISL se compensarán en el periodo 2002-2006. 'Para 2006 la situación de comercialización será totalmente positiva', según Blatter, que cifró en 276 millones de francos suizos (unos 30.000 millones de pesetas) los beneficios de FIFA para 2006. 'Las finanzas de FIFA están sanas y por tanto no vemos la necesidad de asociarnos a una gran compañía para comercializar los derechos de nuestras competiciones', añadió el presidente de la FIFA, que desde ahora gestionará sus derechos sin sociedades intermediarias.

Por otra parte, el Comité Ejecutivo reiteró que las sanciones por dopaje -hoy se conocerá la de Frank de Boer- se aplicarán en todo el mundo y en todas las competiciones, y ratificó que el Mundial de Clubes queda relegado hasta 2003.

Joseph Blatter, ayer, tras el comité ejecutivo de la FIFA.REUTERS

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