Un centenar de 'niños de la calle' de Barcelona son adictos a la cola

Las instituciones que se ocupan de la inserción social de los menores inmigrantes que deambulan por las calles de Barcelona han topado con un nuevo obstáculo: un buen número de ellos son adictos a la cola. La inhalación del pegamento les ayuda a reprimir el hambre y a olvidar la situación de desamparo y marginación en la que se encuentran, pero les genera una dependencia que les puede provocar graves problemas de salud. El Ayuntamiento, la Fiscalía de Menores, la Delegación del Gobierno y la Generalitat están estudiando cómo abordar esta problemática.

La Delegación del Gobierno calcula ...

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Las instituciones que se ocupan de la inserción social de los menores inmigrantes que deambulan por las calles de Barcelona han topado con un nuevo obstáculo: un buen número de ellos son adictos a la cola. La inhalación del pegamento les ayuda a reprimir el hambre y a olvidar la situación de desamparo y marginación en la que se encuentran, pero les genera una dependencia que les puede provocar graves problemas de salud. El Ayuntamiento, la Fiscalía de Menores, la Delegación del Gobierno y la Generalitat están estudiando cómo abordar esta problemática.

La Delegación del Gobierno calcula que la adicción a la cola afecta a la mayoría de los más de 120 menores inmigrantes que huyen sistemáticamente de la tutela de la Generalitat y se mueven en un círculo vicioso de delincuencia y marginación. Las cifras reveladas ayer por la Delegación del Gobierno reflejan el alcance del problema: desde principios de año, la policía ha efectuado casi 800 detenciones de menores inmigrantes en Barcelona, cifra que supera el millar si se suman las detenciones practicadas por la Guardia Urbana. El problema es que, cuando son detenidos, la Generalitat no puede retenerlos en sus centros de menores y vuelven a caer una y otra vez en el mundo de la delincuencia.

El problema de las instituciones ahora no es sólo retenerlos en los centros de menores, sino también incluirlos en programas de desintoxicación para evitar que la inhalación continuada de cola deteriore su salud.

En una reunión celebrada ayer por el alcalde de Barcelona, la delgada del Gobierno, el fiscal jefe de Cataluña y los consejeros de Justicia e Interior se acordó aumentar hasta 43 los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d'Esquadra dependientes de la Fiscalía de Menores para abordar la problemática delictiva de estos niños de la calle. También se acordó que el Ayuntamiento y la Generalitat asuman la desintoxicación de los menores adictos a la cola.

Desde 1999, unos 60 menores se han acogido a programas de rehabilitación y han obtenido papeles.

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