IC-V acusa a Industria de descontrol en las primas a las plantas de purines

Según la diputada Font, el grupo Guascor cobró 331 millones de más

La comisión de Industria celebrada ayer por la tarde en el Parlament fue corta pero agitada. Las discrepancias entre la diputada Bet Font y el consejero de Industria, Antoni Subirà, eran de tal calibre que ni siquiera se pusieron de acuerdo en el precio que la empresa en cuestión debe cobrar por kilovatio. En opinión del consejero, este precio es de 5,01 pesetas; la diputada, en cambio, esgrimió un documento del Gobierno central en el que se establecen costes de 3,7 y 3,9 pesetas.

La tesis defendida por Font es la siguiente: el Gobierno catalán, y en especial el Departamento de Medio A...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La comisión de Industria celebrada ayer por la tarde en el Parlament fue corta pero agitada. Las discrepancias entre la diputada Bet Font y el consejero de Industria, Antoni Subirà, eran de tal calibre que ni siquiera se pusieron de acuerdo en el precio que la empresa en cuestión debe cobrar por kilovatio. En opinión del consejero, este precio es de 5,01 pesetas; la diputada, en cambio, esgrimió un documento del Gobierno central en el que se establecen costes de 3,7 y 3,9 pesetas.

La tesis defendida por Font es la siguiente: el Gobierno catalán, y en especial el Departamento de Medio Ambiente, cuyo titular es Felip Puig, ha anunciado a bombo y platillo que la generación a partir de la incineración de purines es algo estupendo. Y una vez dicho esto, no pueden salir problemas, de ahí que todo sean apoyos a Guascor. Cuando hace unos meses dejaron de entrar purines como consecuencia de un problema de fetidez, la empresa siguió produciendo energía y consumiendo gas, lo cual, en opinión de Bet Font, muestra que la empresa genera a partir de purines e incluso sin ellos. Las plantas de tratamiento de purines pueden cobrar por producir energía siempre que justifiquen un impacto ambiental positivo y que certifiquen un rendimiento mínimo del gas que utilizan.

Font reconoció que el pago de las primas por eliminación de residuos lo lleva a cabo el Gobierno central, pero los controles, dijo, corresponden al Ejecutivo catalán, que los desarrolla con notable permisividad.

Subirà afirmó que no es así, citó las fechas de las dos primeras inspecciones (la puesta en marcha provisional y la definitiva) y aseguró que se habían efectuado otras dos inspecciones en 1999 y dos más en el pasado año 2000.

Cifras que no cuadran

Pero las cifras no cuadran. Los datos facilitados a Font por el Consejo Comarcal de Osona y la Generalitat indican que si todos los kilovatios que Guascor ha facturado para cobrar la prima se hubiesen generado mientras simultáneamente se trataban purines, la planta habría tratado más de 170.000 metros cúbicos de purín. Sin embargo, la planta sólo desecó 55.100 metros cúbicos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Trasladadas al terreno económico, estas diferencias indican, según Font, que la empresa cobró 331 millones de pesetas de más. El responsable ambiental de Guascor, Jorge Tinas, negó ayer cualquier irregularidad y afirmó: 'La planta nunca ha dejado de tratar purines desde su puesta en marcha'. También afirmó que no se puede establecer una paridad exacta entre el consumo de gas y la producción energética.

Tanto los ganaderos como el Consejo Comarcal de Osona mantienen que el pasado verano, la entrada de residuos ganaderos a la planta se redujo 'en cerca del 90%' a causa del fuerte hedor que causaban las instalaciones. La planta, sin embargo, continuaba consumiendo grandes cantidades de gas natural y produciendo electricidad. De hecho, la tecnología de estas plantas permite producir energía sin necesidad de tratar un solo metro cúbico de purín.

El responsable de Guascor intentó justificar ayer el consumo de gas y la producción de energía mientras la planta se encontraba prácticamente paralizada. 'Para solucionar los problemas de las instalaciones necesitábamos mantener en funcionamiento la maquinaria', afirmó Jorge Tinas.

La polémica sobre la planta no es nueva. Desde su puesta en marcha, el enfrentamiento entre Guascor, vecinos, ganaderos y ecologistas ha sido permanente. Los vecinos han denunciado repetidamente el mal olor que desprende la planta, mientras que los ecologistas niegan que estas instalaciones permitan acabar con la contaminación de aguas subterráneas causada por los vertidos de purín.

Sin embargo, la Generalitat mantiene en vigor un ambicioso plan para construir una veintena de plantas similares a la que funciona en Les Masies de Voltregà.

Archivado En