CONTESTADOR AUTOMÁTICO DE EL PAÍS-MADRID

Piensen primero en los accesos

- Peligro, tubería en mal estado. 'Les telefoneo porque en el túnel que da acceso al estacionamiento subterráneo de profesores de la Universidad Autónoma de Madrid hay una gran tubería que lo cruza de lado a lado y se encuentra en muy mal estado', dice un estudiante de dicha universidad llamado Jaime. 'Si un día se desprende la tubería puede matar o herir a alguien', avisa.

- Y de los accesos por la Castellana, ¿qué? 'Considero muy importante que las autoridades que proyectan todo el estirón de Madrid Castellana arriba', comenta Julio, 'tengan en cuenta que ya ahor...

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- Peligro, tubería en mal estado. 'Les telefoneo porque en el túnel que da acceso al estacionamiento subterráneo de profesores de la Universidad Autónoma de Madrid hay una gran tubería que lo cruza de lado a lado y se encuentra en muy mal estado', dice un estudiante de dicha universidad llamado Jaime. 'Si un día se desprende la tubería puede matar o herir a alguien', avisa.

- Y de los accesos por la Castellana, ¿qué? 'Considero muy importante que las autoridades que proyectan todo el estirón de Madrid Castellana arriba', comenta Julio, 'tengan en cuenta que ya ahora, sin esa gran masa edificada todavía, los atascos y embotellamientos son continuos en sentido Manoteras ida y vuelta'. Y formula un ruego: 'Dejen de hacer tantas tonterías, planteen primero cómo van a resolver el problema de los accesos y pónganse luego a edificar'.

- Esquina en mal estado. 'La esquina de la calle de Alfonso XII con la Puerta de Alcalá presenta, en altura, un aspecto que parece amenazar con tirar el muro o su recubrimiento sobre el suelo a la menor oportunidad', asegura Álvaro, un peatón. 'Pido que, antes de que caiga al suelo y dañe a alguien, la tiren'.

- Pasos de cebra resbaladizos. 'Es muy peligroso el estado en el que se encuentran numerosos pasos de cebra', se queja Amalia, 'ya que resbalan tanto que, cuando caen cuatro gotas, todos los que los cruzamos estamos en peligro de rompernos la crisma', afirma. 'Que alguien haga algo para darnos más seguridad'.

- Helicópteros. 'Cada día hay más helicópteros que sobrevuelan Madrid', lamenta Arsenio. 'Si mal no recuerdo, está terminantemente prohibido el sobrevuelo aéreo de la ciudad, y no me explico cómo esta norma se transgrede de esta manera con tanta frecuencia. Si un día sobreviene un accidente', advierte, 'no será porque no se ha avisado'.

- Ojo a los grandes cartelones. 'Los grandes anunciantes publicitarios deberían tener en cuenta lo peligrosos que son sus grandes cartelones en caso de fuego', dice Ana, 'por citar uno solo de los casos que pueden producirse'. Y añade: 'Piensen más en la gente de la calle, que sería quien sufriría de su irresponsabilidad'.

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- Llach, una en castellano no hace daño. 'Estuve el otro día en el recital de Lluís Llach y, como siempre, me encantó', confiesa Raúl. 'Él dice siempre que tiene en Madrid un público muy leal, lo cual es cierto; pero yo echo mucho de menos que no cante nunca en castellano, ni siquiera una simple canción. Pienso', añade, 'que no es nada grave que lo haga, no traiciona su fidelidad poética; simplemente, creo que sería un detalle hacia los madrileños que tanto le apreciamos'.

- Banderas en perfecto estado. 'Considero que sería deseable que las banderas y emblemas tanto oficiales como las de los hoteles estén siempre en perfecto estado', dice Julián. 'Muchas de estas banderas se descuidan y se decoloran en los lugares públicos que ocupan'.

- La mendicidad, a un paso. 'Los acampados de Sintel no molestan por su cruda imagen', comenta un lector, ' sino porque recuerdan a los demás trabajadores lo cerca que están todos de caer en la mendicidad. Esto es lo que tiene el sistema neoliberal, y el verlo o no, es cosa de cada uno', sentencia.

- No a la negatividad. 'El verdadero progreso de una ciudad debería excluir la mayoría de sus efectos negativos sobre la población', reflexiona Rafael Guillén.

- Tribulaciones de una dama ciclista. 'Como otras muchas veces, he ido a la Biblioteca Nacional en bicicleta y, al verme llegar, los guardias de seguridad han salido hacia mí como si hubieran detectado una bomba', se lamenta una señora. '¡Prohibido, prohibido!, me gritaban. Por lo visto', apunta, 'está terminantemente vetado poner la rueda de la bicicleta en el gran espacio donde estacionan decenas de coches. He vuelto a casa cabreada, cansada además de la poca cultura cívica aquí existente y harta de soñar una ciudad con menos ruido y contaminación', afirma. Y agrega: 'Me duele que se me trate como a un marciano, que en esta ciudad no quepan más atascos, más nervios ni más ruidos, pese a ser la ciudad de Europa con el clima más favorable y con unas distancias intraurbanas razonablemente moderadas, idóneas para las bicicletas'.

- Coches abandonados. '¿Por qué razón el Ayuntamiento no retira los coches abandonados cuyo abandono ha sido denunciado reiteradamente?', se pregunta una lectora de nombre Victoria.

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