20.000 personas protestan en Tortosa por el pacto PP-CiU sobre el trasvase

Unas 20.000 personas, según la organización, y más de 15.000, a juicio de la Policía Local, llenaron ayer las calles de Tortosa (Baix Ebre) en la manifestación organizada por la Plataforma en Defensa de l'Ebre (PDE) para protestar contra el PP y CiU, los grupos que pactaron la aprobación del Plan Hidrológico Nacional en el Congreso de los Diputados el pasado jueves. La protesta se produjo al día siguiente de que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sufriera un gran abucheo en Gandesa.

Bajo el lema Lo pacte PP i CiU eixuga lo riu [El pacto PP y CiU seca el río], la protes...

Unas 20.000 personas, según la organización, y más de 15.000, a juicio de la Policía Local, llenaron ayer las calles de Tortosa (Baix Ebre) en la manifestación organizada por la Plataforma en Defensa de l'Ebre (PDE) para protestar contra el PP y CiU, los grupos que pactaron la aprobación del Plan Hidrológico Nacional en el Congreso de los Diputados el pasado jueves. La protesta se produjo al día siguiente de que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sufriera un gran abucheo en Gandesa.

Bajo el lema Lo pacte PP i CiU eixuga lo riu [El pacto PP y CiU seca el río], la protesta vivió sus momentos álgidos a su paso por las sedes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y el Partido Popular en la capital del Baix Ebre, donde se oyeron gritos de 'traidores', 'embusteros' y 'peseteros'.

Los manifestantes colgaron un cartel en la sede de CDC en el que, por medio de un fotomontaje, aparecía Pujol vestido de novia, y el presidente del Gobierno, José María Aznar, con chaqué de novio, lo que dio lugar a un cántico que se repitió una y otra vez, igual que en las mejores bodas: 'Que se besen, que se besen...', ironizaban los manifestantes. La marcha arrancó del Institut per al Desenvolupament per a les Comarques de l'Ebre, y cruzó la ciudad en una caminata que duró un par de horas. 'Esto nos pasa por tener un Gobierno facha', gritaban los manifestantes al iniciar la marcha. Frente a la sede de CDC se organizó una sentada espontánea con gritos de 'fuera traidores'. No hubo un solo incidente y el servicio de vigilancia que montó la organización no tuvo que actuar en ningún momento.

La manifestación ante la sede del PP, donde finalizó la protesta, registró los momentos más ruidosos, con abucheo general y gritos de 'manos arriba, esto es un atraco' dirigidos a la sede de los conservadores. Miembros de las plataformas llegaron hasta el tejado del edificio que alberga el local del partido conservador, donde colgaron una pancarta con la leyenda 'Les terres de l'Ebre diuen no al transvasament' (Las tierras del Ebro dicen no al trasvase).

Los portavoces de la entidad se mostraron convencidos de que los políticos deberán tomar nota de actos multitudinarios de rechazo como el de ayer y que, al final, conseguirán frenar la ejecución del PHN ante las instituciones de la Unión Europea. Con la manifestación de ayer se culminaba un rosario de manifestaciones que empezaron en Amposta (18.000 personas), Móra d'Ebre (25.000), Barcelona (más de 200.000) y Madrid (400.000), siempre según datos de los organizadores.

'La aprobación del plan es un auténtico paseo militar al servicio sólo de grandes intereses económicos y pactos de partido. Ahora estamos sometidos constantemente a manipulaciones informativas, intentos de división y alguna que otra presión; pero nosotros estamos aquí, cada día más unidos y con la certeza de que nadie más que nosotros mismos será capaz de defender este río y esta tierra', rezaba el manifiesto final que leyó Artur Gaya, líder del grupo musical Quico el Célio, lo Noi i el Mut de Ferreries.

La participación superó incluso las expectativas de la plataforma, que confiaba concentrar unas 5.000 personas a lo sumo. Como en anteriores ocasiones, militantes de base de CiU y el PP se añadieron a la manifestación (muchos de ellos gritando desde los balcones de sus casas) tras el llamamiento efectuado por la plataforma conminándoles a rechazar la actitud de los dirigentes de sus respectivos partidos.

Pero ayer, contrariamente a lo que sucedió en la manifestación de Madrid, no hubo participación de dirigentes convergentes en el territorio.