Tribuna:

La Bolsa compra a futuro

Recién cumplido el primer aniversario de los máximos alcanzados por las cotizaciones bursátiles, las fuertes caídas experimentadas por los principales índices bursátiles, y de forma especial los denominados tecnológicos -el Nasdaq ha perdido más de un 70% de su valor- han supuesto una considerable merma en la riqueza financiera de las familias. Lejos queda por tanto aquella 'exuberancia irracional' acuñada en su momento por Alan Greenspan y que caracterizó un periodo de elevado optimismo acerca de la evolución bursátil, dando lugar a una burbuja financiera que tarde o temprano terminaría por p...

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Recién cumplido el primer aniversario de los máximos alcanzados por las cotizaciones bursátiles, las fuertes caídas experimentadas por los principales índices bursátiles, y de forma especial los denominados tecnológicos -el Nasdaq ha perdido más de un 70% de su valor- han supuesto una considerable merma en la riqueza financiera de las familias. Lejos queda por tanto aquella 'exuberancia irracional' acuñada en su momento por Alan Greenspan y que caracterizó un periodo de elevado optimismo acerca de la evolución bursátil, dando lugar a una burbuja financiera que tarde o temprano terminaría por pincharse, como así ha ocurrido, especialmente con los valores tecnológicos, que en su momento fueron los más inflados por la burbuja.

Estas caídas bursátiles han permitido que la mayoría de índices se encuentren en la actualidad infravalorados en comparación con los promedios históricos. Ése es especialmente el caso si se analiza el ratio entre la rentabilidad que ofrece la renta variable (dividendo / precio) y el que ofrece la renta fija: frente a un promedio histórico inferior a 0,8 durante los 10 últimos años, en la actualidad se encuentra en niveles superiores a 1,1, claramente indicativos de una infravaloración relativa de la renta variable frente a la renta fija.

Es cierto, por otro lado, que esta infravaloración ya era manifiesta hace apenas dos meses, y que siendo una condición necesaria no es suficiente para esperar un mejor comportamiento bursátil. De hecho, es habitual que a un periodo de irracionalidad alcista siga otro de irracionalidad bajista. Pero existen más factores que apoyan este cambio de tendencia. La relajación de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos en dos puntos porcentuales ha mejorado sensiblemente las condiciones de liquidez del mercado, a la vez que supone un efecto positivo sobre los beneficios esperados de las empresas, y, en definitiva, un estímulo sobre la economía, que ya comienza a quedar reflejado en el apuntamiento de la curva estadounidense.

En este sentido una recuperación de la economía estadounidense, ya sea en forma de 'V' o en 'U' podría haber comenzado a ser descontada por el mercado, asignando una escasa probabilidad a que la situación actual dé lugar a una verdadera recesión económica. De hecho la recuperación de las bolsas ha coincidido históricamente con el suelo en la tasa de desaceleración del producto interior bruto (PIB), probablemente en el primer trimestre del presente año.

Por tanto, a pesar de que la desaceleración actual ha afectado de forma importante a la confianza de los inversores (la reducción de flujos hacia fondos de renta variable durante los primeros meses del año ha sido notoria), la recuperación económica esperada para el último semestre del año permite pensar en un mejor comportamiento de la renta variable, adelantándose al cambio de tendencia en la economía, como ya sucediera durante el primer semestre de 2000.

Más dudas surgen, sin embargo, acerca de la evolución de la renta variable europea a partir del segundo semestre. Si bien es cierto que, tanto el crecimiento de beneficios empresariales como el escenario macroeconómico para el presente ejercicio, es más favorable para el área euro que para Estados Unidos, en Europa las dudas acerca del crecimiento en 2002 son mayores, máxime ante la falta de sensibilidad de la autoridad monetaria europea ante un más que probable deterioro de la confianza de inversores y consumidores.

Ángel Berges y Alfonso García Socio y responsable de renta variable, respectivamente, en Analistas Financieros Internacionales.

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