El Ayuntamiento de Lleida reclama reducir los presos peligrosos de Ponent
En la cárcel leridana se repiten numerosos incidentes violentos
Los incidentes violentos de la cárcel de Ponent son consequencia directa de albergar a la mitad de los presos peligrosos de Cataluña, muchos de los cuales padecen trastornos mentales y deberían cumplir la condena en centros psiquiátricos penitenciarios. A pesar de estar considerada como una prisión de alta seguridad, en Ponent son frecuentes las agresiones a internos y a funcionarios. El incidente más grave se produjo el pasado mes de noviembre, cuando un recluso fue asesinado en la ducha con una barra de hierro.
Las autoridades ven con preocupación el aumento de la conflictividad en la...
Los incidentes violentos de la cárcel de Ponent son consequencia directa de albergar a la mitad de los presos peligrosos de Cataluña, muchos de los cuales padecen trastornos mentales y deberían cumplir la condena en centros psiquiátricos penitenciarios. A pesar de estar considerada como una prisión de alta seguridad, en Ponent son frecuentes las agresiones a internos y a funcionarios. El incidente más grave se produjo el pasado mes de noviembre, cuando un recluso fue asesinado en la ducha con una barra de hierro.
Las autoridades ven con preocupación el aumento de la conflictividad en la prisión leridana, que acoge a unos 900 internos, de los cuales unos 80 están clasificados en primer grado por su peligrosidad. Este sector de la población reclusa, que está recluido en el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERC), representa también el 50% del total de presos peligrosos internos del conjunto de las prisiones catalanas.
La moción aprobada ayer recuerda que la Dirección General de Servicios Penitenciarios anunció que limitaría el número de internos conflictivos destinados en Ponent, sin que hasta la fecha haya cumplido el compromiso.
El alcalde de la ciudad, el socialista Antoni Siurana, mostró su preocupación por el goteo constante de noticias violentas generadas por la cárcel y destacó que muchos de los presos que cumplen condena en Lleida precisan atención psiquiátrica, por lo que se reclamó a la Generalitat una reforma de la enfermería para que puedan recibir asistencia específica en dicha dependencia.
Unidad psiquiátrica
Sobre esta cuestión, en abril de 1997, el consistorio aprobó una moción en la que se instaba al Departamento de Justicia a que la reforma de la actual enfermería de la prisión no se llevara a cabo solamente para convertirla en una unidad psiquiátrica en la que pudiera tratarse a los reclusos con patologías mentales procedentes de otras prisiones catalanas.
El conato de construir en Lleida un penal psiquiátrico movilizó hace cinco años a la soceidad leridana, al considerar, al igual que ahora, que la ciudad ya rebasa ampliamente la cuota de solidaridad que le corresponde en materia penitenciaria.
Un juez de Lleida considera en una sentencia que la enfermería de Ponent ya funciona realmente como una unidad psiquiátrica. La sentencia reconoce a un funcionario el derecho a cobrar un complemento por haber ejercido durante cinco años como jefe de servicio de la misma, a pesar de que esa categoría profesional no está considerada en el reglamento penitenciario.
Los sindicatos de prisiones han advertido muchas veces que Ponent es un polvorín que puede estallar en cualquier momento a causa de la masificación y de la falta de seguridad existente en el interior del establecimiento, tanto para los propios internos como para los funcionarios encargados de su vigilancia. Los funcionarios de la prisión también han denunciado que muchos de los problemas se derivan de la convivencia entre internos desequilibrados y sanos en los mismos módulos por falta de una verdadera política penitenciaria.