La acusada por la muerte de su novio niega su participación en el exorcismo

Concepción de la Torre admite su afición por los ritos santeros

La acusada aseguró ayer, en la Audiencia de Granada, que estuvo ausente del domicilio que compartía con la víctima (Juan José Jiménez, de 27 años) durante la noche del 11 de noviembre de 1995 y por tanto ignora si allí se produjo un ritual para extraer el espíritu que él mismo decía que le poseía desde los trece años, cuando un niño árabe le hizo una foto.

La Policía encontró el cuerpo de Juan José en la bañera, con el cuello roto y múltiples contusiones en el cuerpo. En la casa se hallaron algunos útiles de santería, según la acusación del fiscal, que le llevan a asegurar que esta muje...

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La acusada aseguró ayer, en la Audiencia de Granada, que estuvo ausente del domicilio que compartía con la víctima (Juan José Jiménez, de 27 años) durante la noche del 11 de noviembre de 1995 y por tanto ignora si allí se produjo un ritual para extraer el espíritu que él mismo decía que le poseía desde los trece años, cuando un niño árabe le hizo una foto.

La Policía encontró el cuerpo de Juan José en la bañera, con el cuello roto y múltiples contusiones en el cuerpo. En la casa se hallaron algunos útiles de santería, según la acusación del fiscal, que le llevan a asegurar que esta mujer, acompañada de otras personas, tumbaron a la víctima desnuda en un colchón en el suelo, donde recibió golpes en el pecho y en los testículos hasta propiciar una tanda de convulsiones en su cuerpo. En ese momento fue puesto boca abajo y sus exorcistas tiraron del cuello hasta quebrar las primeras vértebras cervicales, siempre según el escrito de la acusación.

Concepción manifestó ayer que en la época en la que se desarrollaron los hechos ella creía que su novio estaba 'poseído' por un 'espíritu maligno' que le hacía ponerse violento. Aseguró que ella trató de ayudarlo con la sesión practicada en Alicante, aunque no concluyó satisfactoriamente y sus participantes quedaron en repetir el espiritismo al menos una vez más. 'La santería no es mala. Yo no practico exorcismo ni brujería, sólo tengo mi Elleguá, un santo protector al que hago ofrendas cada lunes', declaró Concepción.

La única inculpada en esta muerte (a pesar de la supuesta participación de terceras personas en el ritual) se enfrenta a una petición por parte del fiscal de dos años de cárcel y cinco millones de pesetas de indemnización, por un delito de imprudencia temeraria. La acusación particular de la familia aumenta la pena a 18 años de prisión y 15 millones de multa, pues sostiene que Concepción tuvo la intención de asesinar a Juan José desde el primer momento, a causa de que éste estaba casado con otra mujer y ambas se encontraban embarazadas en ese tiempo.

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