La primera fase de los nuevos pisos de Bon Pastor estará acabada en 2004

Las 784 'casas baratas' empezarán a derribarse en abril de 2002

Casi nadie en el barrio situado a caballo entre la Sagrera y Sant Andreu pone en duda que el traslado a los futuros pisos supondrá una mejora sustancial para las 800 familias beneficiarias. En la mayoría de los casos supondrá pasar de los actuales 37 o 54 metros cuadrados de superficie útil en régimen de alquiler a -si sus ingresos se lo permiten- un piso en propiedad de 60 o 90 metros cuadrados. Aunque los precios no se han concretado, el primer teniente de alcalde, el socialista Xavier Casas, asegura que estarán muy por debajo de las tarifas de mercado. El Ayuntamiento utilizará otras fórm...

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Casi nadie en el barrio situado a caballo entre la Sagrera y Sant Andreu pone en duda que el traslado a los futuros pisos supondrá una mejora sustancial para las 800 familias beneficiarias. En la mayoría de los casos supondrá pasar de los actuales 37 o 54 metros cuadrados de superficie útil en régimen de alquiler a -si sus ingresos se lo permiten- un piso en propiedad de 60 o 90 metros cuadrados. Aunque los precios no se han concretado, el primer teniente de alcalde, el socialista Xavier Casas, asegura que estarán muy por debajo de las tarifas de mercado. El Ayuntamiento utilizará otras fórmulas para garantizar la vivienda a los afectados que no puedan acceder a la compra.

El de Bon Pastor es un proyecto en el que han participado los propios vecinos afectados por la reforma. Por eso, en la negociación se ha estudiado la manera de preservar al máximo las relaciones de buena vecindad que se han dado tradicionalmente en el barrio por la falta de espacio en los pisos, lo que obligaba a sus usuarios a pasar mucho tiempo en la calle, sobre todo en verano.

Una de las novedades respecto al proyecto inicial consiste en destinar los bajos de los edificios a locales. Los arquitectos del despacho de Jordi Romero, autores del proyecto, a propuesta de los vecinos modificaron su innovador proyecto de dejar libres las plantas bajas de los inmuebles y crear una especie de porches de seis metros de altura que daban sensación de permeabilizar el espacio público. Finalmente se decidió, de común acuerdo, rebajar un piso la altura de los bloques y edificar los bajos para evitar que se creasen espacios que pudieran resultar inseguros. Se levantarán, además, tres torres de nueve plantas que concentrarán 200 viviendas con vistas al Besòs. El Ayuntamiento no tiene decidido quién ocupará esos bloques, que dentro de unos años estarán en el centro de una zona que experimentará una transformación importante con la llegada del AVE.

El derribo de las casas baratas reportará a los habitantes de Bon Pastor un aumento considerable de las zonas verdes: los 13.000 metros cuadrados actuales se ampliarán a 30.121 distribuidos en dos parques situados a ambos extremos del barrio. Entre los bloques habrá otras tres plazas más pequeñas, de unos 2.000 metros cuadrados cada una.

En el nuevo barrio primarán los espacios peatonales; así, el vehículo particular quedará relegado a un segundo plano respecto a las personas. El acceso a los aparcamientos se realizará por unos viales de circunvalación y en el interior del núcleo residencial el tráfico quedará restringido a las labores de carga y descarga.

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