Renault apuesta por Dacia para los mercados emergentes

Tres hijos de republicanos españoles exiliados tras la guerra civil: Manuel Gómez, Manuel Roldán y Chistian Esteve, el primero de ellos miembro del comité de dirección del Grupo Renault y responsable de las relaciones internacionales del mismo, son los responsables del nuevo desembarco de la firma automovilística francesa en la rumana Dacia que abandonaron en 1978 por prescripción del Gobierno de Ceausescu.

El 2 de julio de 1999, Renault adquiere el 51% de Dacia, que se eleva al 80,1% actual tras dos ampliaciones de capital y en estos momentos prepara la tercera de 213 millones de euros...

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Tres hijos de republicanos españoles exiliados tras la guerra civil: Manuel Gómez, Manuel Roldán y Chistian Esteve, el primero de ellos miembro del comité de dirección del Grupo Renault y responsable de las relaciones internacionales del mismo, son los responsables del nuevo desembarco de la firma automovilística francesa en la rumana Dacia que abandonaron en 1978 por prescripción del Gobierno de Ceausescu.

El 2 de julio de 1999, Renault adquiere el 51% de Dacia, que se eleva al 80,1% actual tras dos ampliaciones de capital y en estos momentos prepara la tercera de 213 millones de euros, tras la que en caso de no acudir el resto de sus socios se quedaría con el 95% del capital.

La planta industrial en la ciudad de Pitesti a unos 100 kilómetros de Bucarest y en la que se fabrican actualmente distintas versiones del Dacia 1310, derivadas del Renault 12, así como del Nova y SupeRNova, desarrollados por la firma rumana, está siendo sometida a un intenso programa de renovación, ya que todas sus divisiones se encuentran obsoletas al no haber sido renovadas durante las últimas décadas.

Sistema artesanal

El grado de integración de la producción es absoluto, prácticamente se fabrican todas las piezas que componen el automóvil con un sistema artesanal. Hasta la pintura y el secado de los mismos se realiza a mano. Y aunque los planes de modernización son importantes, todos ellos pasan por la ventaja de una mano de obra barata -menos de 25.000 pesetas de salario medio mensual- por lo que no está prevista la instalación de ningún robot en todo el proceso.

Sí se está negociando la implantación de diversos proveedores, entre los que se encuentran dos empresas españolas, una de ellas la firma vasca Matrice, con negociaciones bastante avanzadas para la compra de la división de matricería.

Este nuevo desembarco de Renault en Dacia contempla el año 2004 como fecha mágica en la que esperan alcanzar no sólo el break even y dejar atrás las pérdidas, sino el saneamiento de una plantilla que de los 23.000 empleados actuales pasará a unos 16.000, de los que la mitad pertenecerán a empresas proveedoras.

Ese mismo año se producirá el lanzamiento de un nuevo vehículo completamente nuevo a un precio de 5.000 euros y adaptado a las circunstancias de los países emergentes. En estos momentos negocian también su producción en las cercanías de Moscú y en algún país asiático al que accederían con el apoyo de las otras dos marcas del grupo: la coreana Samsung y la japonesa Nissan. Está concebido para el segmento medio de la alianza Renault Nissan, con un tamaño intermedio entre el Clio y el Megane. Las inversiones totales previstas hasta el 2004, sin contar las destinadas a este proyecto, superan los 356 millones de euros.

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