LEY DE EXTRANJERÍA

Los inmigrantes 'toman' la sede del Defensor del Pueblo

Los manifestantes llegaron ante la sede del Defensor hacia el mediodía. Venían de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense, donde estaban encerrados desde el pasado martes y a donde habían llegado procedentes de la iglesia de San Ambrosio, en el barrio de Vallecas.

Desplegaron una gran pancarta de tela de saco en la que, en letras rojas, habían escrito: 'Regularización'. El grupo, un centenar de personas muy jóvenes, comenzó a corear consignas: '¡Ningún ser humano es ilegal!', '¿Quién recoge las lechugas? ¡Sin papeles, sin papeles!'. De repente, se lanzaron hacia la puer...

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Los manifestantes llegaron ante la sede del Defensor hacia el mediodía. Venían de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense, donde estaban encerrados desde el pasado martes y a donde habían llegado procedentes de la iglesia de San Ambrosio, en el barrio de Vallecas.

Desplegaron una gran pancarta de tela de saco en la que, en letras rojas, habían escrito: 'Regularización'. El grupo, un centenar de personas muy jóvenes, comenzó a corear consignas: '¡Ningún ser humano es ilegal!', '¿Quién recoge las lechugas? ¡Sin papeles, sin papeles!'. De repente, se lanzaron hacia la puerta principal. La multitud arrolló al servicio de seguridad y derribó el arco detector de metales. Unas cincuenta personas entraron en la institución.

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Enrique Múgica relató que estaba atendiendo a unos periodistas cuando oyó gritos contra la Ley de Extranjería y contra él mismo. Sus ayudantes le informaron de lo que ocurría. Según su versión, advirtió de que sólo recibiría a los intrusos si enrollaban sus pancartas y cesaban en sus gritos. Ellos accedieron y designaron a cinco interlocutores.

Mientras negociaban, varias decenas de manifestantes permanecían en la calle, con otra pancarta y repitiendo consignas. Rápidamente se presentaron varios microbuses de las Unidades de Intervención Policial, de las que descendieron decenas de agentes. El lugar se pobló de cámaras de televisión y de periodistas.

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Cuatro horas de negociación

La negociación en el despacho del Defensor duró cuatro horas. Ambas partes procedieron a la redacción de un documento. En él, Múgica se compromete a conseguir a los irregulares una entrevista urgente con el Delegado del Gobierno para la Extranjería, Enrique Fernández-Miranda.

El texto también señala: 'El Defensor garantiza que no se tomarán represalias de ningún carácter para con los participantes de esta acción pacífica y reivindicativa, garantizándoles el retorno a la Facultad de Matemáticas'. Y termina: 'El Defensor reconoce a la Coordinadora Estatal de Inmigrantes Con y Sin Papeles como un movimiento legítimo de inmigrantes, con la que seguirá reuniéndose para efectuar valoraciones de las negociaciones'.

A su salida del edificio, los negociadores fueron recibidos con aplausos por sus compañeros. En el portalón leyeron, en español y en árabe, el documento que acaban de negociar. Y, ante la mirada impasible de la policía, todo el grupo, al que la Ley aprobada por el Gobierno niega los derechos de reunión y manifestación, echó a andar repitiendo sus consignas.

Más tarde, Múgica reconoció estar preocupado por la vulnerabilidad de sus oficinas: 'Desde ahora mismo se tomarán medidas para que esto no vuelva a suceder', dijo.

Los inmigrantes, ayer a la entrada de la sede del Defensor del Pueblo.ULY MARTÍN

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