La izquierda acusa a Pujol de engañar a los catalanes respecto al plan hidrológico

El presidente autonómico considera un éxito de CiU la inversión en el delta prometida por Aznar

Todos los grupos de izquierda se las arreglaron para situar en el centro del debate político el intento de Jordi Pujol de jugar a dos barajas en el asunto del PHN: por una parte, sumando sus votos a los del PP en el Congreso para desestimar las propuestas de la oposición; por otra, aparentando que rechaza el proyecto del Gobierno de José María Aznar. Además, los grupos de izquierda vincularon esta actitud a la dependencia de CiU respecto al PP en el Parlament, una situación que consideraron muy perjudicial para los intereses de Cataluña.

La sesión fue tumultuosa, llena de interrupciones...

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Todos los grupos de izquierda se las arreglaron para situar en el centro del debate político el intento de Jordi Pujol de jugar a dos barajas en el asunto del PHN: por una parte, sumando sus votos a los del PP en el Congreso para desestimar las propuestas de la oposición; por otra, aparentando que rechaza el proyecto del Gobierno de José María Aznar. Además, los grupos de izquierda vincularon esta actitud a la dependencia de CiU respecto al PP en el Parlament, una situación que consideraron muy perjudicial para los intereses de Cataluña.

La sesión fue tumultuosa, llena de interrupciones y de críticas duras. 'Usted ha menospreciado el Parlament', le dijo a Pujol el líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, quien añadió que el Gobierno catalán 'ha dejado tirada' a la gente de las tierras del Ebro. El presidente del grupo de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), Rafael Ribó, habló de 'engaño parlamentario' y el portavoz socialista, Joaquim Nadal, recordó al presidente de la Generalitat que Aznar acababa de rechazar 'el buque insignia' de la reivindicación de Convergència: el trasvase del Ródano.

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Nadal tomó la palabra en nombre del PSC porque el presidente de su grupo, Pasqual Maragall, viajó a Roma para participar en un acto de apoyo al candidato progresista Francesco Rutelli. Maragall, no obstante, ya había expresado por la mañana su desazón por el plan hidrológico, del que dijo que 'proyecta soluciones que han quedado desfasadas'. A su juicio, sería una 'locura' descartar tajantemente la posibilidad de trasvasar agua del Ródano.

Pujol no se arredró y respondió a todos los portavoces de la izquierda con firmeza. Les acusó de hacer demagogia y de tratar de utilizar el conflicto del trasvase del Ebro en beneficio propio mientras que él, dijo, trabaja exclusivamente para mejorar el plan original del PP.

'Algunas cosas que dijo Aznar el martes no nos gustaron nada', reconoció el presidente de la Generalitat, en referencia a su negativa a trasvasar agua del Ródano como le pide Convergència. Pero a renglón seguido, el líder nacionalista afirmó que el plan de inversiones en el delta del Ebro anunciado por el presidente del Gobierno es una consecuencia de la presión ejercida por CiU. 'Esta inversión la hemos conseguido nosotros, no vosotros', dijo Pujol, quien no obstante aseguró que la coalición nacionalista no votará el proyecto si no se aceptan otras demandas.

Cuando la oposición le hizo notar que Aznar sólo ha comprometido inversiones por valor de 75.000 millones mientras que CiU aspiraba a mucho más, Pujol inició una larga enumeración de inversiones solicitadas, aunque no satisfechas, que suman 645.000 millones. Y dirigiéndose a los escaños del Grupo Socialista, añadió: 'Sumen, que hasta aquí llegan'.

El presidente catalán también encrespó los ánimos socialistas cuando volvió a recordar que el ex ministro socialista José Borrell presentó a principios de la década de 1990 un plan hidrológico que incluía un trasvase del Ebro aún más importante. '¡Pero Borrell tuvo la dignidad de retirar el plan!', contestó Nadal entre aplausos.

La intervención del presidente regional del PP, Alberto Fernández Díaz, puso de manifiesto la división nítida entre derecha e izquierda en el Parlament. Fernández Díaz reclamó a Pujol que dé más protagonismo a su partido, pero intervino para socorrerle: 'Ha quedado claro que la izquierda sólo quiere erosionar al Gobierno', dijo el dirigente conservador.

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