El Samur duplica el número de asistencias por coma etílico en sólo dos años

Cada fin de semana se atienden en las calles de Madrid a una media de 140 adolescentes ebrios

El consumo de alcohol, según los datos que maneja Sanidad, va en aumento. Lo dicen los números, pero también el trabajo de calle. El Samur ha revelado que en sólo dos años las urgencias por procesos etílicos se han disparado. Aunque los responsables de este servicio diferencian dos perfiles bien distintos de bebedores. 'Una cosa es el consumidor de lunes a jueves y otra, el de fin de semana', señala Emilio de Benito, portavoz del Samur. 'El que bebe entre semana suele ser un varón, de unos 30 o 40 años de edad, que bebe a cualquier hora del día. Lo mismo recibimos un aviso a las siete de la ma...

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El consumo de alcohol, según los datos que maneja Sanidad, va en aumento. Lo dicen los números, pero también el trabajo de calle. El Samur ha revelado que en sólo dos años las urgencias por procesos etílicos se han disparado. Aunque los responsables de este servicio diferencian dos perfiles bien distintos de bebedores. 'Una cosa es el consumidor de lunes a jueves y otra, el de fin de semana', señala Emilio de Benito, portavoz del Samur. 'El que bebe entre semana suele ser un varón, de unos 30 o 40 años de edad, que bebe a cualquier hora del día. Lo mismo recibimos un aviso a las siete de la mañana que a las seis de la tarde. Suelen ser personas de clase media baja que se emborrachan con una única sustancia, que suele ser vino, anís o coñá', añade. 'Otra cosa es el fin de semana. El perfil del consumidor es totalemente distinto. Lo que nos encontramos son chavales de unos 20 años, de los llamados pijos, que beben todo aquello que tienen a mano. Su manera de divertirse es meterse en el cuerpo lo que sea y cuanto más, mejor. Los avisos los fines de semana se dan a partir de las diez o doce de la noche. Son por igual chicas que chicos y se les atiende en la callle', concluyó De Benito.

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Las mujeres

Los datos también señalan que las chicas beben ahora mucho más que antes. 'Una mujer borracha era hace un par de años una pieza de museo, ahora es algo habitual', dicen los expertos. El consumo de alcohol entre las mujeres está directamente ligado a la aparición del fenómeno conocido desde hace tres años como el botellón. Un reciente estudio del Plan General de Drogas sobre el consumo del alcohol indica que se ha registrado una importante incorporación de mujeres al alcohol 'que se detecta de manera especial en la generación de 1981-1984, en la que las chicas son las que tienen más probabilidades de beber que los hombres'.

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Los 10.000 casos atendidos por el Samur no significan, según los expertos de este servicio, que ahora haya el doble de borracheras que antes, sino que está implantado ya entre la población el hábito de llamar a urgencias. El personal del Samur que patrulla por la calles de Madrid ha detectado que los avisos que reciben suelen coincidir con dos momentos puntuales en el proceso de la borrachera: cuando hay vómitos o cuando la persona bajo los efectos del alcohol comienza a ser un estorbo porque se pone pesada.

Los especialistas diferencian cuatro fases en los procesos etílicos. La primera es de desinhibición. A ésta le sigue una segunda en la que ya hay síntomas vagales -náuseas, palidez y sudo-ración-. En la tercera fase aparecen los vómitos y es en ese momento cuando se suele recurrir a la intervención de las urgencias sanitarias. La última fase es el coma etílico.

Rara vez el consumo de alcohol en la calle va acompañado de drogas. 'Eso se da más en discotecas. No digo que los chavales no se tomen alguna pastilla, pero el que bebe en la calle suele limitarse al botellón', precisa Emilio de Benito.

Todos los expertos consultados señalan que la reticencia de algunas personas a acudir a las urgencias impide que afloren más casos relacionados con el alcohol. 'Todavía son muchos los que pasan la borrachera en casa'.

Control de alcoholemia en una calle de Madrid.NACHO CASTELLANO

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