El sujeto de la oración se queda pequeño
El sujeto de la oración se queda pequeño
Esta carta hace referencia a un artículo publicado el 13 de marzo en el diario que usted dirige, en relación al número de partos atendidos en la maternidad del hospital La Paz de Madrid.
Se dice allí que 'el año pasado, los médicos de este centro atendieron a 8.643 mujeres en el parto...'. Pero esto no es del todo correcto. El sujeto de la oración se queda muy pequeño y no hace justicia a la realidad.
El parto es un hecho fisiológico que, desde tiempos ancentrales, es asistido por comadronas, igual que en la actualidad.
Y en...
El sujeto de la oración se queda pequeño
Esta carta hace referencia a un artículo publicado el 13 de marzo en el diario que usted dirige, en relación al número de partos atendidos en la maternidad del hospital La Paz de Madrid.
Se dice allí que 'el año pasado, los médicos de este centro atendieron a 8.643 mujeres en el parto...'. Pero esto no es del todo correcto. El sujeto de la oración se queda muy pequeño y no hace justicia a la realidad.
El parto es un hecho fisiológico que, desde tiempos ancentrales, es asistido por comadronas, igual que en la actualidad.
Y en La Paz, como en otras maternidades, son las matronas quienes asisten a la mujer durante todo el proceso si todo transcurre con normalidad (lo cual sucede, como es obvio, en un amplísimo porcentaje de casos).
¿Que quién es la comadrona (o matrona)? Pues es, en otras palabras, una enfermera especialista en ginecología y obstetricia, un profesional que ha cursado tres años de formación universitaria básica y dos de especializada, lo cual le capacita legalmente para la atención a la mujer (especialmente a lo largo de su vida reproductiva) en los dos niveles de asistencia (atención primaria y atención especializada).
Por supuesto, también durante el parto. En La Paz actuamos conjunta y coordinadamente un grupo muy amplio de profesionales (sanitarios y no sanitarios): limpiadoras/es, administrativos-as, médicos/as, celadores/as, personal de enfermería (enfermeras-os y auxiliares), personal de cocina, personal de mantenimiento y otros muchos, de cuya colaboración depende el funcionamiento de la maternidad.
Aunque aún hay que mejorar muchas cosas, cada uno aporta su trabajo para que los verdaderos protagonistas (la mujer, su hijo-a y su pareja) queden satisfechos con la asistencia.
A todos nos es grato que se nos reconozca nuestro trabajo y, como enfermera orgullosa de su profesión y en relación al colectivo al que pertenezco, creo que ya va siendo hora.
Para ello, es imprescindible que los medios de comunicación den informaciones veraces.