Una mujer da a luz a una niña, sola y sin ayuda, en una pensión de Centro

Otro huésped cortó el cordón umbilical tras el parto

Alkenia C. G., una mujer de unos 30 años y nacionalidad dominicana, dio a luz a las 7.30 de ayer, sola y sin ayuda, a una niña en una habitación de la pensión Martínez, en el cuarto piso del número 6 de la calle de La Luna (distrito Centro). 'Estaba durmiendo y me desperté con unos gritos que pedían una ambulancia', relató Juan, huésped de la pensión. 'Me la encontré en el pasillo con la niña en los brazos, llorando'.

El Samur 092 acudió al lugar tras una llamada telefónica de Samuel, otro huésped, a quien los facultativos explicaron qué hacer mientras tanto. 'Le han dicho por teléfono ...

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Alkenia C. G., una mujer de unos 30 años y nacionalidad dominicana, dio a luz a las 7.30 de ayer, sola y sin ayuda, a una niña en una habitación de la pensión Martínez, en el cuarto piso del número 6 de la calle de La Luna (distrito Centro). 'Estaba durmiendo y me desperté con unos gritos que pedían una ambulancia', relató Juan, huésped de la pensión. 'Me la encontré en el pasillo con la niña en los brazos, llorando'.

El Samur 092 acudió al lugar tras una llamada telefónica de Samuel, otro huésped, a quien los facultativos explicaron qué hacer mientras tanto. 'Le han dicho por teléfono que tenía que anudar el cordón umbilical con un hilo. Lo ha hecho y le han dicho que estaba bien', recordaba ayer Juan. Según él, la mujer tenía unos 30 años y casi no se le notaba el embarazo. 'Nos dimos cuenta de que estaba en estado hace tres días', afirmó. La niña, que pesó tres kilos al nacer, y la madre se encontraban bien a la llegada del equipo médico. Ambas fueron trasladadas al hospital La Paz, donde ayer se recuperaban del parto con buen pronóstico, según informó un portavoz del Samur.

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La habitación en la que Alkenia dio a luz es un cubículo de unos cuatro metros cuadrados donde caben una cama, un armario y una pila. La luz natural entra por una ventana de apenas 40 centímetros. El cuarto de baño es común para las ocho habitaciones de la pensión. El dormitorio esperaba ayer a un nuevo huésped. La mujer dejó, como toda pertenencia, unas botas y unos pantalones. 'No tenía nada más aquí, donde vivía desde hace tres meses. Se iba cada día por la tarde y volvía de madrugada. Era muy reservada', explicó Juan.

Éste es el segundo parto que atiende el Samur esta semana en 'condiciones deficientes', según su portavoz. El miércoles, una indigente dio a luz en plena calle de Serrano. Hace un mes, otra mujer de 26 años tuvo a su tercer hijo en el coche que le servía de hogar.

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