Bruselas propone un giro radical de la política pesquera para reducir la flota un 40%

La Comisión Europea sostiene que el actual ritmo de capturas pone en peligro los caladeros

La política pesquera de la Unión Europea se enfrenta, cuando se cumplen casi 20 años de su concepción, a un reto vital para garantizar la viabilidad del sector. La primera reforma de la PPC se realizó en 1992 y estará en vigor hasta final del próximo año. En ella se establece como instrumento fundamental para garantizar el equilibrio entre la capacidad de la flota y los recursos un sistema por el que los Estados miembros se comprometen a ir reestructurando progresivamente los barcos para hacer una pesca más responsable.

Además, cada año se negocian cuotas por especies en función de la s...

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La política pesquera de la Unión Europea se enfrenta, cuando se cumplen casi 20 años de su concepción, a un reto vital para garantizar la viabilidad del sector. La primera reforma de la PPC se realizó en 1992 y estará en vigor hasta final del próximo año. En ella se establece como instrumento fundamental para garantizar el equilibrio entre la capacidad de la flota y los recursos un sistema por el que los Estados miembros se comprometen a ir reestructurando progresivamente los barcos para hacer una pesca más responsable.

Además, cada año se negocian cuotas por especies en función de la situación de los recursos. Pero los Estados miembros no cumplen los objetivos de reducción de la capacidad pesquera y la tradicional negociación de fin de año para repartirse los recursos pesqueros acaba siempre con cifras superiores a las propuestas por los científicos. Las cifras que maneja Bruselas reflejan que el sector pesquero comunitario tiene una sobrecapacidad del 40% y afirman que, aún respetándose todos los objetivos de reestructuración, la situación mejoraría apenas un 3%. España tiene una flota de 17.521 buques, según datos oficiales de 1998. Esta cantidad supone el 17,5% de la flota comunitaria. En cuanto a las capturas, la aportación española asciende a 1,1 millones de toneladas (algo más de un billón de kilos), el 16,4% de toda la pesca de los países de la UE.

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'La eficacia de los buques es cada vez mayor y también el esfuerzo pesquero, lo que crea un gran problema a los recursos, o lo que es lo mismo, se reducen las posibilidades de pesca para la flota', declaró una fuente próxima al comisario europeo de Pesca, Franz Fischler.

El Libro Verde

Bruselas ya tiene definidos, en el Libro Verde que presentará el martes, los principios básicos para proceder a un cambio radical en la manera en la que la UE está realizando la política de gestión pesquera. Pero antes de presentar propuestas legislativas concretas para afrontar la reforma, quiere lanzar un debate con los principales actores del sector para escuchar sus puntos de vista y comprometerlos en el proceso.

El objetivo final de esta iniciativa es conseguir que los pescadores participen plenamente en la gestión sostenible de los recursos pesqueros. El comisario Fischler considera que el momento para esto ha llegado, 'porque si se sigue con la situación actual, en breve el sector no será viable'. La situación de emergencia que viven los caladeros de merluza y bacalao en las aguas del mar del Norte son sólo un ejemplo que utilizan los expertos para defender este cambio.

Los servicios de la Dirección General de Pesca en Bruselas ya tienen en mente algunas ideas para vertebrar el debate con el sector pesquero comunitario. Franz Fischler quiere unificar los dos mecanismos actuales de la PPC en un único sistema de cuota plurianual que ayude al sector a programarse y adoptar medidas de protección de las especies, como se está haciendo con los recursos de bacalao. Sin dejar de lado un reforzamiento de los controles, para lo que propone crear una autoridad en la que participen todos los países.

'La reducción del número de barcos es inevitable', afirmó la fuente. Fischler es consciente de que esta reforma creará polémica, sobre todo en país como España, 'que se ven como los únicos perdedores de este ejercicio'. 'Pero los pescadores españoles saben que no se puede seguir así y todos los países, sin excepción, deben contribuir a la solución del problema que viven los recursos', declaró la fuente. La Comisión Europea reconoce el esfuerzo que ha realizado la flota española para renovarse y garantiza que se tendrá en cuenta que el país necesita oportunidades de pesca durante la reforma.

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