Cartas al director

<l>Un bello circuito abandonado</l>

Hace unos años apareció en una revista comarcal de la zona suroeste de la Comunidad de Madrid un proyecto del Gobierno regional que consistía en acondicionar y utilizar el desmantelado de la antigua vía férrea de Madrid al valle del Tiétar para hacer un circuito de unos ochenta kilómetros, con el fin de que los aficionados a la bicicleta practicaran, especialmente los fines de semana, ese deporte que cada día tiene más afición y que cada vez es más peligroso practicar.

El plan consistía en unir el trayecto Móstoles-Santa María del Tiétar pasando por Navalcarnero, Villamanta, Aldea del F...

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Hace unos años apareció en una revista comarcal de la zona suroeste de la Comunidad de Madrid un proyecto del Gobierno regional que consistía en acondicionar y utilizar el desmantelado de la antigua vía férrea de Madrid al valle del Tiétar para hacer un circuito de unos ochenta kilómetros, con el fin de que los aficionados a la bicicleta practicaran, especialmente los fines de semana, ese deporte que cada día tiene más afición y que cada vez es más peligroso practicar.

El plan consistía en unir el trayecto Móstoles-Santa María del Tiétar pasando por Navalcarnero, Villamanta, Aldea del Fresno, Pelayos de la Presa, San Martín de Valdeiglesias, Rozas de Puerto Real y Santa María del Tiétar, regresando por el mismo camino, disfrutando de estupendos parajes como el pantano de Picadas e infinidad de sitios bellísimos que hay por esa zona.

Se pensaba que, con ese proyecto, se descongestionarían las carreteras de ciclistas en la zona y se evitarían tantos accidentes de los que, por desgracia, ocurren tan a menudo.

Las infraestructuras no serían muy costosas, ya que la ruta dispone de túneles, puentes, etcétera, y sólo habría que arreglar las partes más deterioradas.

Además, hay zonas en las que la calzada está en muy buenas condiciones y se practica el ciclismo, como por Picadas.

Pero ahora, después de estos años, parece que el plan ha quedado en vía muerta (nunca mejor dicho), para desgracia de tantos aficionados que adoramos el paisaje y la bicicleta, entre los que me incluyo. Ya no se ha vuelto a saber nada.

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