Cartas al director

Las pelis del alcalde

Confiéseme, padre, porque he pecado. Vivo en el centro de Madrid, tengo coche y además no tengo plaza de garaje.

Pero no porque no quiera pagar las 30.000 pesetas que cuesta un sitio fijo donde aparcar en el centro, sino porque mis vecinos se me han adelantado y tendré que esperar a que alguno decida invertir su dinero en algo más productivo o a que a alguno le dé un infarto en uno de esos atascos que, según nuestro alcalde, no existen.

No soy mala, de verdad; utilizo el transporte público para ir a trabajar y me limito, con mucha paciencia, a intentar dejar el coche no muy lejos...

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Confiéseme, padre, porque he pecado. Vivo en el centro de Madrid, tengo coche y además no tengo plaza de garaje.

Pero no porque no quiera pagar las 30.000 pesetas que cuesta un sitio fijo donde aparcar en el centro, sino porque mis vecinos se me han adelantado y tendré que esperar a que alguno decida invertir su dinero en algo más productivo o a que a alguno le dé un infarto en uno de esos atascos que, según nuestro alcalde, no existen.

No soy mala, de verdad; utilizo el transporte público para ir a trabajar y me limito, con mucha paciencia, a intentar dejar el coche no muy lejos de mi casa para tenerlo vigilado, pero es que el Ayuntamiento no me deja.

Verá: el alcalde ha decidido rehabilitar el centro, lo que para él significa asfaltar las calles del casco histórico con unos incomodísimos adoquines y llenarlo todo de bolardos, lo que supone que en la calle en donde vivo han quitado la mitad de las plazas de aparcamiento, a lo que hay que sumar que, en una calle en la que sólo hay un comercio, la mitad de las plazas son de carga y descarga; pero mi desgracia no acaba ahí: vivo en una calle que es un plató de rodaje.

Por lo menos una vez a la semana, paso por delante para ver si algún individuo ha pernoctado en mi vehículo y me encuentro con una placa en la que se me dice que retire el coche porque en las próximas horas habrá un rodaje cinematográfico. A mí me encanta el cine, de verdad, pero ¿es que siempre necesitan toda la calle, y no la zona de carga y descarga, precisamente, y además siempre mi calle? ¿No podría invertir el Ayuntamiento el dinero que cobra a las productoras en más plazas de aparcamiento? ¿No podría nuestro sonriente alcalde poner plazas de residentes como en otras capitales de provincia? Supongo que no. Pero no se desanime, señor alcalde, siga sonriendo y algún día le darán un papel en alguna de esas películas que se ruedan en mi calle.-

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