El PSOE se une al Gobierno en su ataque a la Iglesia por no suscribir el pacto contra ETA

Tras la firma del pacto antiterrorista, el pasado diciembre, entre el Gobierno, el PSOE y el PP, una representación de este último partido, encabezada por su portavoz parlamentario, Luis de Grandes, se entrevistó con el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Rouco, para sondearle sobre la posibilidad de un apoyo explícito de la Conferencia Episcopal Española al acuerdo recién suscrito. Rouco transmitió la dificultad del apoyo reclamado por la división que podía generar en el Episcopado, dada la posición de la Iglesia vasca, contemporizadora con los nacionalistas, contrarios a dicho pacto. La Co...

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Tras la firma del pacto antiterrorista, el pasado diciembre, entre el Gobierno, el PSOE y el PP, una representación de este último partido, encabezada por su portavoz parlamentario, Luis de Grandes, se entrevistó con el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Rouco, para sondearle sobre la posibilidad de un apoyo explícito de la Conferencia Episcopal Española al acuerdo recién suscrito. Rouco transmitió la dificultad del apoyo reclamado por la división que podía generar en el Episcopado, dada la posición de la Iglesia vasca, contemporizadora con los nacionalistas, contrarios a dicho pacto. La Comisión de Seguimiento del Pacto entendió la posición de Rouco y decidió aparcar el tema.

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De ahí que tanto el Gobierno central como el PSOE se sorprendieran por el pronunciamiento el jueves pasado del portavoz de la Conferencia Episcopal, José Asenjo, contrario a la firma del acuerdo. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, tras recordar ayer que el Gobierno nunca había pedido al Episcopado que lo firmara, apuntó que los católicos no entienden la posición de los obispos. 'No es un problema de relaciones entre Gobierno e Iglesia, sino de la Iglesia con los feligreses', dijo.

También expresó sorpresa y malestar Alfredo Pérez Rubalcaba, en nombre del PSOE, al señalar que el comportamiento de la Conferencia Episcopal ha sido 'muy peculiar al sostener que, aunque se le hubiera invitado a firmar el pacto no lo hubiera hecho'. 'Es una forma de quitarse de enmedio un tanto excesiva. La Iglesia debe comprometerse como manda su quinto mandamiento y recordar a sus feligreses el 'no matarás'. Manuel Chaves, presidente del PSOE, fue más allá y achacó la postura de los obispos a su característica 'ambigüedad' y 'falta de compromiso' ante el problema del terrorismo.

También rotundo estuvo el secretario general del PP, Javier Arenas, que espetó al Episcopado: 'Si pronunciarse sobre terrorismo es política, también es política hablar de inmigración'. Arenas hacía referencia a que tan sólo unos días antes de decir que no iba a firmar el pacto antiterrorista por ser una cuestión política, la Conferencia Episcopal hacía un duro pronunciamiento sobre la nueva Ley de Extranjería y su aplicación por el Gobierno del PP.

Pero la raíz del malestar del Gobierno está en su convicción de que la Conferencia Episcopal se ha visto arrastrada por el ex obispo de San Sebastián José María Setién, que el jueves hizo un pronunciamiento explícito contra el pacto antiterrorista, al que calificó de 'vía policial'.

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El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, respondió a estas críticas diciendo que la Iglesia siempre ha condenado el terrorismo y que 'no se puede confundir a la Iglesia con la comunidad política en ningún sistema político'. En su criterio, el pacto 'es una actuación de dos partidos en torno a objetivos con contenidos de clara coherencia con el principio de respeto del derecho a la vida, ejerciendo su responsabilidad. Pero otra cosa es que esa fórmula se deduzca directamente de la ley de Dios'. 'La del cristianismo es una historia de incomprensiones', argumentó.

Javier Arenas, José María Aznar y Rodrigo Rato, ayer en la reunión del comité ejecutivo del PP.LUIS MAGÁN

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