La saturación de los depósitos de coches impide trabajar a las grúas

Los conductores de las grúas aseguran que los atascos en los depósitos -la capital cuenta con seis en la ciudad y uno cerca de Mercamadrid- comenzaron hace más de dos meses, y que la situación entorpece el desarrollo de su trabajo. Los operarios creen que la culpa de la acumulación hay que buscarla en el macrodepósito de coches del Ayuntamiento (el situado junto a Mercamadrid), el cual, a pesar de tener capacidad para más de 2.600 automóviles, se encuentra desbordado de vehículos.

El atasco en este depósito provoca que las otras bases de que dispone el municipio (Barceló, Carmen, Colón,...

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Los conductores de las grúas aseguran que los atascos en los depósitos -la capital cuenta con seis en la ciudad y uno cerca de Mercamadrid- comenzaron hace más de dos meses, y que la situación entorpece el desarrollo de su trabajo. Los operarios creen que la culpa de la acumulación hay que buscarla en el macrodepósito de coches del Ayuntamiento (el situado junto a Mercamadrid), el cual, a pesar de tener capacidad para más de 2.600 automóviles, se encuentra desbordado de vehículos.

El atasco en este depósito provoca que las otras bases de que dispone el municipio (Barceló, Carmen, Colón, Imperial, Orense y Velázquez) también estén repletas. Normalmente, cuando los vehículos de estos aparcamientos municipales han pasado allí más de 15 días, se trasladan al de Mercamadrid, pero, como éste se encuentra a rebosar, no admite más entradas. 'Hay días en los que recoges un coche que está mal aparcado y te vas a la base; la mía, concretamente, es la del paseo Imperial, la más grande. Llegas allí y, como no hay sitio para dejar el coche que has retirado de la calle, tienes que quedarte a la espera con la grúa cargada y aparcada hasta que viene el usuario a retirar su automóvil. Esto te puede llevar todo el día. ¡Todo el día con la grúa parada en el aparcamiento y contigo ahí, sin poder hacer nada!', denuncia un conductor de Emitra, la empresa con participación municipal encargada del servicio de grúas.

Estas grúas paradas, que no pueden salir a la calle por no tener sitio donde descargar, impiden que el servicio se desarrolle, lo que acarrea problemas a los ciudadanos. 'Hace unas semanas, un automovilista llamó a la policía porque había un coche aparcado en doble fila que le impedía salir. La Policía Municipal avisó a la grúa, pero, como no había ninguna disponible porque muchas estaban paradas, cargadas con vehículos, tuvo que quedarse el día entero sin poder utilizar su coche', relata otro conductor de Emitra.

El estadillo del día 14 es significativo. En la base del paseo Imperial, por ejemplo, a las ocho de la mañana, había 100 coches de más apiñados en los depósitos (la base tiene capacidad para 260, pero había 360) y siete grúas se encontraban paralizadas con un vehículo encima. En la base de Colón, que tiene adjudicadas 22 grúas, 18 estaban paralizadas. Aquel día había 44 grúas inutilizadas desde la mañana.

Situaciones de emergencia

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'La gente no se da cuenta de lo que sucede, porque la grúa es algo que los ciudadanos no echan de menos por lo general; pero el asunto es grave', comenta uno de los conductores. 'Yo llevo 20 años en esto y no me había encontrado con una situación parecida', agrega otro. Los conductores de Emitra explican que, hoy por hoy, las grúas se ocupan, sobre todo, 'de situaciones de urgencia, como retirar vehículos en los controles de alcoholemia o en accidentes', pero que no se utilizan muchas unidades para controlar el carril-bus o para actuaciones más corrientes. 'Y como haya una emergencia, a ver cómo salimos adelante', añade uno de los conductores.

Las acciones de la empresa Emitra son del Ayuntamiento en un 56%; el 44% restante pertenece a Fomento de Construcciones y Contratas. La tasa de la grúa es actualmente de 14.000 pesetas, una de las más caras de España. El concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, ha mantenido siempre que estas 14.000 pesetas no pueden rebajarse más porque las grúas madrileñas 'hacen muchos servicios en balde' y cuestan mucho al Ayuntamiento.

El concejal socialista Eugenio Morales discrepa: 'Si esta empresa se gestionara mejor, seguro que saldría más barato retirar un coche, y eso repercutiría en el ciudadano y en la tasa. Pero ¿cómo se va a gestionar mejor algo cuando un tercio de las grúas se encuentran paradas porque no tienen sitio para dejar el coche que transportan? ¿Quién paga todo ese despilfarro?', se pregunta.

Tanto los conductores de Emitra como Morales han denunciado asimismo que el atasco de vehículos en los depósitos puede acarrear problemas de seguridad y de mantenimiento. 'Muchos de los coches tapan las salidas de emergencia, porque no hay materialmente sitio donde dejarlos', afirman los operarios.

Morales añade: 'Yo no sé si existe una ordenanza al uso, pero estoy convencido de que el Ayuntamiento no deja meter en los garajes privados, por razones de seguridad, más coches de los permitidos por el aforo; pues bien, el día 14 de enero en el depósito de la calle Imperial había 100 coches más de los que en teoría caben. Que me expliquen eso'.

En 1999, el por entonces edil de Circulación, José Ignacio Echeverría, reconoció que el depósito de Mercamadrid, con capacidad teórica para 2.600 coches, almacenaba más de 6.000 vehículos. Ya por entonces se encontraban unos encima de otros. 'Y en dos años no han logrado cambiar nada', critica el concejal socialista.

Hace años que el gobierno municipal propone medidas para mejorar la eficacia de la grúa (cámaras incorporadas, localización vía satélite, etc), pero año tras año desciende el número de servicios. 'Y en 2001, tal y como ha empezado el año, con este caos en los depósitos, la situación va a ir a peor', concluye Morales.

Dos operarios retiran con la grúa un coche mal aparcado.CRISTÓBAL MANUEL

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