Pujol y Cascos pactan que el AVE llegue al aeropuerto de Barcelona

Jordi Pujol consiguió ayer convencer al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, de que el AVE necesita una estación en el aeropuerto de Barcelona. El ministro accedió a ello, a condición de que no se ubique en la vía principal, sino en un ramal secundario. Este ramal describiría un bucle y sería utilizado por un número escaso de trenes. Pujol consiguió un objetivo: dotar al aeropuerto de línea de alta velocidad, pero fracasó en dos: no será en 2004 y la estación aeroportuaria no estará en la vía principal. El asunto de quién paga el tramo del aeropuerto queda pendiente de nuevas reunion...

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Jordi Pujol consiguió ayer convencer al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, de que el AVE necesita una estación en el aeropuerto de Barcelona. El ministro accedió a ello, a condición de que no se ubique en la vía principal, sino en un ramal secundario. Este ramal describiría un bucle y sería utilizado por un número escaso de trenes. Pujol consiguió un objetivo: dotar al aeropuerto de línea de alta velocidad, pero fracasó en dos: no será en 2004 y la estación aeroportuaria no estará en la vía principal. El asunto de quién paga el tramo del aeropuerto queda pendiente de nuevas reuniones.

Las administraciones catalanas, en especial las municipales, pedían que la estación del AVE en el aeropuerto estuviera en la vía principal y única y fuera, por tanto, paso obligado para todos los trenes. No será así. A cambio, el ministerio acepta que los trenes no entren en Sants a través de Cornellà y L'Hospitalet. A la altura de Sant Boi, en lugar de desviarse hacia Cornellà, el tren seguirá hasta El Prat, para seguir hacia Sants por Bellvitge y las vías ya existentes en L'Hospitalet.

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Desde El Prat saldría una vía secundaria que se dirigiría al aeropuerto y que tendría parada en la terminal actual y en la nueva, formaría una circunferencia irregular y volvería al punto de partida para que los trenes se dirigieran a Sants y Sagrera. Esto hace que el aeropuerto quede fuera de la vía principal. Algunos trenes entrarían en él y otros no, contra lo que pedían los ayuntamientos: que todos los trenes que pasaran por Barcelona lo hicieran también por el aeropuerto.

Problemas de calendario

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El segundo punto de fricción entre el Gobierno central y el de Jordi Pujol era el calendario. Todas las administraciones catalanas han insistido en que la fecha de la llegada del AVE al aeropuerto y a Barcelona y la frontera francesa debe ser el año 2004. Ayer quedó claro que, en el caso del aeropuerto, no será así. El Gobierno, precisó Álvarez Cascos, mantiene el compromiso de que el AVE llegue a Barcelona y Figueres en el 2004, pero no al aeropuerto.

Para esto hay dos fechas posibles. Una, el año 2005. Es el mismo año en el que tiene que entrar en servicio la nueva terminal aeroportuaria. El ministro explicó que la estación está prevista en esa terminal y que las obras tienen que coordinarse para ser realizadas al mismo tiempo. Por lo tanto, no pueden terminar la estación antes de 2005.

Esto no significa que sea así. Álvarez Cascos fue taxativo: el ministerio no ha previsto una partida presupuestaria para una estación del AVE en el aeropuerto de El Prat. Por tanto, si no hay un convenio con el Gobierno catalán es difícil que se pueda hacer en esa fecha. Este convenio debería estipular la aportación correspondiente del Gobierno catalán, es decir, que el dinero para esas obras debería salir de las arcas del Gobierno de la Generalitat. Si Pujol pone el dinero, 2005 es posible. En caso contrario, la construcción de la estación y de la vía que llevará el AVE al aeropuerto podría dilatarse algunos años. Ni el ministro ni Pujol quisieron precisar cuántos años de una forma precisa, aunque hablaron de dos o tres.

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