Italia encomienda a un gestor la misión de sacar a Alitalia de su crisis

Sanear las cuentas de Alitalia, que en 2000 acumuló pérdidas por 34.000 millones de pesetas, resolver los problemas de funcionamiento del nuevo aeropuerto base de Malpensa y encontrar un socio idóneo para la compañía de bandera. Éstas son las tres tareas, nada simples, que hereda de su antecesor, Domenico Cempella, el nuevo director general de Alitalia, Francesco Mengozzi, un experto gestor designado la semana pasada por el Gobierno italiano, principal accionista de la aerolínea. Alitalia necesita desesperadamente un socio de similar estatura para afrontar una competencia insostenible. Se habl...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Sanear las cuentas de Alitalia, que en 2000 acumuló pérdidas por 34.000 millones de pesetas, resolver los problemas de funcionamiento del nuevo aeropuerto base de Malpensa y encontrar un socio idóneo para la compañía de bandera. Éstas son las tres tareas, nada simples, que hereda de su antecesor, Domenico Cempella, el nuevo director general de Alitalia, Francesco Mengozzi, un experto gestor designado la semana pasada por el Gobierno italiano, principal accionista de la aerolínea. Alitalia necesita desesperadamente un socio de similar estatura para afrontar una competencia insostenible. Se habla de nuevo de una alianza con la holandesa KLM.

Tras la espantada de KLM, que en abril pasado rompió una alianza con la italiana para fusionarse en 2002, Alitalia ha atravesado un largo periodo de crisis. Las dificultades generadas por el traslado de su base de Milán-Linate a Milán-Malpensa se han visto agravadas por las duras condiciones impuestas por Bruselas a la ampliación de capital de la firma. La cifra inicialmente estimada, en torno a los 250.000 millones de pesetas, fue considerablemente rebajada, aunque el tribunal de la Unión Europea anuló la decisión de la Comisión en diciembre. Alitalia prepara otro plan de recapitalización.

Pero la suerte de Domenico Cempella estaba echada. El Tesoro italiano, principal accionista de Alitalia con el 53% del capital, no estaba dispuesto a que el director general tomará decisiones por su cuenta y empezó a puentearle contactando con directivos de otras compañías, hipotéticas socias de la aerolínea. Furioso, Cempella dejó Alitalia el 2 de febrero. Apenas una semana después ya le habían encontrado sustituto.

El Gobierno considera que Mengozzi, el elegido, tendrá que dedicarse sobre todo a sanear la empresa. Alitalia va a vender los edificios donde está instalada la sede, en las proximidades del aeropuerto de Fiumicino (Roma), para compensar las pérdidas de 2000. En cuanto al aeropuerto de Malpensa, cuya entrada en funcionamiento el otoño de 1998 supuso una fuente de problemas inagotable para la compañía de bandera, está a punto de entrar en vigor un nuevo decreto reordenador del tráfico aéreo.

Cuestión de tamaño

En cuanto a las alianzas, Gobierno y sindicatos coinciden: se trata de buscar socios de un tamaño similar. Tras meses de rumores, vuelve a sonar con fuerza KLM. Las razones son evidentes: la afinidad entre ambas y la complementariedad de sus mercados hacen de esta alianza la mejor solución.

La tarea de Mengozzi es difícil. El consejo de administración de Alitalia recibió con reticencias su nombramiento. Pilotos y otros empleados de la aerolínea le reprochan su currículo de experto financiero, más atento a las cuentas que a los planes de desarrollo industrial.

Archivado En