Aída Gómez, destituida al frente del Ballet Nacional por los conflictos laborales

La bailarina dice que no siente rencor y se declara satisfecha por el trabajo realizado

Las acusaciones contra la directora del Ballet Nacional de España (BNE) iban desde nepotismo hasta amenazas y malos tratos psicológicos. Con 21 años recién cumplidos, el Ballet Nacional de España está viviendo una de sus más agudas crisis. Ayer, el Ministerio de Cultura destituyó a Aída Gómez (Madrid, 1967) como directora artística y el vacío de poder mantiene ya en vilo a un elenco de más de 60 artistas y técnicos. Ésta ha sido la solución adoptada por el director general del Inaem, Andrés Amorós, tras analizar las más de 30 quejas y denuncias interpuestas por bailarines y técnicos quejosos d...

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Las acusaciones contra la directora del Ballet Nacional de España (BNE) iban desde nepotismo hasta amenazas y malos tratos psicológicos. Con 21 años recién cumplidos, el Ballet Nacional de España está viviendo una de sus más agudas crisis. Ayer, el Ministerio de Cultura destituyó a Aída Gómez (Madrid, 1967) como directora artística y el vacío de poder mantiene ya en vilo a un elenco de más de 60 artistas y técnicos. Ésta ha sido la solución adoptada por el director general del Inaem, Andrés Amorós, tras analizar las más de 30 quejas y denuncias interpuestas por bailarines y técnicos quejosos de la actuación de Gómez, sumados al resultado del informe confidencial encargado al funcionario Luis Alonso, ex subdirector de personal del Inaem. El informe fue entregado el lunes tras entrevistar a los miembros de la compañía y convivir con ellos en una reciente y accidentada visita a Palma de Mallorca.

Batalla en el escenario

En la función del pasado sábado en el Auditorio de la capital balear, se produjeron varios hechos que, en opinión de algunos miembros del ballet, han precipitado esta destitución. Aída Gómez salió a bailar el papel de Carmen de manera imprevista sin estar anunciada en los programas y, al parecer, sostuvo un altercado en la escena y a la vista del público con otra bailarina; lo que debía ser la pelea de ficción entre Carmen y las cigarreras derivó en batalla campal con tirones de pelo e insultos a viva voz. Otros artistan han opinado que no fue para tanto.

'No por Dios, no me siento derrotada', declaró ayer Aída Gómez a la agencia Efe. Ayer, tras conocer su despido y ya por la tarde, se reunió en la sede del paseo de La Chopera con Hans Tino y otros miembros de su equipo. Después de asegurar que se encontraba muy bien de ánimo, Gómez agregó: 'me voy sabiendo que el trabajo realizado está bien hecho. Estoy contenta por la calidad de los espectáculos que se han estrenado en los últimos tres años. No, no guardo rencor. Vine a trabajar, no a ganar batallas y guerras'.

Ya la semana pasada, los ánimos estaban muy caldeados en el BNE por la presencia de Luis Alonso, a quien el comité de empresa consideraba 'cercano a Aída Gómez, a sus posturas y con quien sostenía además una relación de amistad personal', extremo tanto desmentido por el funcionario como por la directora ahora destituida.

Andrés Amorós, director general del Inaem, no ha querido hacer declaraciones y un portavoz del Inaem se ha remitido al escueto comunicado, donde se destaca que ahora se nombrará interinamente a un funcionario que se encargue de sostener el funcionamiento del BNE hasta que se produzcan los nuevos nombramientos. El BNE tiene compromisos de giras y estrenos hasta 2003, entre ellos, nuevas obras a estrenar en el Teatro Real y en el Teatro de La Zarzuela, ambos en Madrid.

Montaje de Gades

Andrés Amorós manifestó, siempre a través de su portavoz, que tiene intención de ver en los próximos días a Antonio Gades , para explicarle la situación real de la compañía y garantizarle la normal consecución de los trabajos de montaje.

A última hora de la tarde de ayer, el comité de empresa se reunió con los bailarines para explicarles la situación de interinidad en que quedaba el conjunto, tal como se les había explicado en el Inaem horas antes. Mientras unos festejaban un despido, otros se mostraban desconcertados. Entre los propios bailarines se barajan varios nombres y complejas quinielas para los cargos ahora vacantes. De una parte, se habla de renovación y de compañeros de generación de Gómez, como Antonio Canales, Antonio Márquez o Joaquín Cortés. Pero este último ha dicho que nunca aceptaría un cargo público. Por otra parte, muchos bailarines reclaman el regreso de José Antonio, actualmente director del Centro Andaluz de la Danza.

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