El etarra Barrios, condenado a 232 años por el atentado contra un furgón militar
La Audiencia Nacional ha condenado a 232 años de prisión al etarra José Luis Barrios, miembro del comando Andalucía de la banda terrorista, por su participación en el atentado cometido el 10 de febrero de 1997 contra una furgoneta del Ejército del Aire que se dirigía a la base aérea de Armilla, en Granada. Los terroristas hicieron estallar un coche bomba al paso del vehículo que trasladaba a personal civil y militar a la base aérea y causó la muerte del peluquero de la base, Domingo Puente Marín, y graves lesiones a otras 17 personas.
El tribunal ha condenado a Barrios como autor...
La Audiencia Nacional ha condenado a 232 años de prisión al etarra José Luis Barrios, miembro del comando Andalucía de la banda terrorista, por su participación en el atentado cometido el 10 de febrero de 1997 contra una furgoneta del Ejército del Aire que se dirigía a la base aérea de Armilla, en Granada. Los terroristas hicieron estallar un coche bomba al paso del vehículo que trasladaba a personal civil y militar a la base aérea y causó la muerte del peluquero de la base, Domingo Puente Marín, y graves lesiones a otras 17 personas.
El tribunal ha condenado a Barrios como autor de un delito de atentado con resultado de muerte y de otros 17 en grado de tentativa y estragos, así como robo y falsificación de placas de matrícula. El total de las penas supera los 232 años de cárcel, aunque el máximo de cumplimiento efectivo de condena en España son 30 años. Además, Barrios ya había sido condenado con anterioridad a varios cientos de años por varios atentados del comando Andalucía, entre los que figuran el del concejal del PP de Sevilla Alberto Jiménez Becerril y su esposa.
Por otro lado, ayer continuó el juicio por el caso de los papeles de Sokoa contra los dirigentes etarras Eugenio Etxebeste, Antxon, e Ignacio Arakama, Makario, y el arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa.
Declararon como testigos varios condenados por pertenecer a ETA, entre ellos José Antonio Torre Altonaga, que ha pasado 20 años en prisión. Todos ellos dijeron que no conocían a Antxon, el único que se juega algo en el juicio, ya que Makario ya ha sido condenado a penas superiores a 30 años, mientras que es el único juicio contra Etxebeste.
Tras declarar como testigos en la causa, los ex etarras se incorporaron a la sala como público. La sorpresa, advertida también por el tribunal, fue que, acabada la sesión, los ex etarras que habían negado conocer a Antxon se despidieron efusivamente de él a través del cristal blindado de la sala.