Desencuentro en Horta-Guinardó
Se rompe el diálogo entre las entidades vecinales y el Ayuntamiento de Barcelona sobre planes urbanísticos
La tan cacareada participación ciudadana en los asuntos municipales es todo menos un idilio. Las entidades vecinales de Horta-Guinardó han suspendido las conversaciones que mantenían con el Ayuntamiento sobre la reordenación urbanística del distrito al ver, indignadas, que el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, presentaba en público el plan director del Vall d'Hebron como si las conversaciones no existieran.
Sería un pequeño incidente si no fuera que, entre los asuntos calientes en esta parte del territorio barcelonés, figuran el túnel de Horta y el traslado de los Encantes de Les...
La tan cacareada participación ciudadana en los asuntos municipales es todo menos un idilio. Las entidades vecinales de Horta-Guinardó han suspendido las conversaciones que mantenían con el Ayuntamiento sobre la reordenación urbanística del distrito al ver, indignadas, que el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, presentaba en público el plan director del Vall d'Hebron como si las conversaciones no existieran.
Sería un pequeño incidente si no fuera que, entre los asuntos calientes en esta parte del territorio barcelonés, figuran el túnel de Horta y el traslado de los Encantes de Les Glòries. Y otros de interés más localizado, pero importantes, como la reforma urbanística del barrio de La Clota, el destino de las Cotxeres de Sant Genís y el futuro de la Font del Gos y sus alrededores. La discusión sobre ellos se había aplazado en espera del diágnóstico de los autores del plan director.
El Ayuntamiento y las entidades acordaron dialogar sobre lo referente al documento, y en eso estaban cuando les sorprendió el pasado miércoles que el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Xavier Casas, y la concejal del distrito, Inma Moraleda, dieron por hecho ante los medios de comunicación el traslado de los encantes de Les Glòries cuando a ellos en el distrito se les dice que no hay nada decidido y que todo sigue abierto.
El enfado de las entidades se escenificó el jueves delante de la regidora Moraleda, a quien le recriminaron que el Ayuntamiento 'no se toma en serio la participación ciudadana y que están hartos de que actúen a partir de hechos consumados'.
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Horta, Maria Rosa Graell, resume así lo que opinan las entidades: 'Nos sentimos engañados y nos preguntamos si servirá para alguna cosa que hablemos si, según parece, el gobierno municipal ya lo tiene todo decidido'. El movimiento asociativo sostiene que no volverá a sentarse a dialogar hasta que el alcalde Joan Clos y Xavier Casas les expliquen de primera mano qué piensa hacer el Ayuntamiento.
Entre las preguntas que el movimiento vecinal de Horta-Guinardó se hace destacan las relativas al túnel de Horta. Los autores del plan director desaconsejan claramente su construcción por el impacto ambiental y viario que supondría para la zona. Los técnicos señalan que si, pese a todo, se llega a ejecutar el proyecto, la circulación rodada no podría desembocar en la red viaria de los barrios limítrofes sino que tendría que ir a parar a las rondas.Lo que podría suponer su total saturación. Respecto a los Encantes, el estudio es menos explícito y apunta como ubicación alternativa la losa situada frente a la residencia sanitaria del Vall d'Hebron, ocupada hasta hace poco por la Autofira. A los vecinos les inquietan las prisas del gobierno municipal por trasladar allí los Encantes. Buena parte de esa intranquilidad la provoca el temor de que con los los puestos de venta llegue también el mercado ilegal paralelo que funciona en Les Glòries y que ocupa cada vez más espacio.
Desde Horta las entidades cívicas que se oponen al túnel no entienden por qué razón los concejales socialistas mantienen su ambigüedad sobre el proyecto pese a que la conclusión a la que llegan los autores del plan director es clarísima. Durante la presentación del estudio, Casas eludió pronunciarse sobre el túnel, en espera, según dijo, del informe encargado por el Parlament. Los vecinos confían en que finalmente el Ayuntamiento de Barcelona disuada a la Generalitat de perforar la montaña de Collserola teniendo en cuenta que el consejero de Política Territorial, Pere Macias, sostiene que sólo se hará si la Administración municipal está de acuerdo.