Reportaje:

Comportamiento dispar

La expectativa de rebaja de tipos de interés en Estados Unidos y la presentación de resultados de la grandes compañías centraron la atención de los mercados esta semana

La evolución de los mercados bursátiles a lo largo de la semana ha estado fuertemente determinada por los dos factores clave del mes de enero: la magnitud con la que la Reserva Federal bajará el tipo objetivo de los Federal Funds en la próximo reunión del 31 de enero, y la presentación de resultados de un gran número de compañías.

La decisión que lleve a cabo la Fed el próximo martes, y la rapidez con la que se produzca la recuperación de la economía, han determinado gran parte de los movimientos esta semana, y no tanto los nuevos indicadores macroeconómicos que reflejan el escenario ac...

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La evolución de los mercados bursátiles a lo largo de la semana ha estado fuertemente determinada por los dos factores clave del mes de enero: la magnitud con la que la Reserva Federal bajará el tipo objetivo de los Federal Funds en la próximo reunión del 31 de enero, y la presentación de resultados de un gran número de compañías.

La decisión que lleve a cabo la Fed el próximo martes, y la rapidez con la que se produzca la recuperación de la economía, han determinado gran parte de los movimientos esta semana, y no tanto los nuevos indicadores macroeconómicos que reflejan el escenario actual. De esta forma, el mejor comportamiento que se espera para la economía de EE UU en el segundo semestre de este ejercicio podría estar comenzando a calar en el mercado. A pesar de las declaraciones de Greenspan, en las que aseguraba que la economía estadounidense está creciendo a ritmos muy cercanos a cero, la reacción de los mercados de valores no fue negativa.

Por tanto, las mejores perspectivas macroeconómicas existentes para el segundo semestre junto con unas valoraciones bursátiles en determinados sectores mucho más atractivas (tanto en términos de PER como de EY/BY), y las condiciones de liquidez que están siendo algo más favorables para las bolsas en enero (aumento de la oferta monetaria sobre la demanda, afectando positivamente a los precios de los activos), podrían estar compensando los heterogéneos beneficios que vamos conociendo, y sobre todo, las negativas expectativas para el próximo trimestre que algunas empresas están presentando.

Los datos económicos conocidos esta semana, fundamentalmente el IFO alemán y los pedidos de bienes duraderos en EE UU, han vuelto a poner en evidencia las dificultades por las que atraviesa actualmente la economía, adelantando la probable desaceleración de las ventas de algunas compañías, especialmente americanas.

En Nueva York

, el comportamiento fue bien distinto a comienzos y final de semana. La fuerte volatilidad del Nasdaq se dejaba sentir en las cotizaciones del índice, que si bien comenzó la semana con ganancias significativas, cerraba en negativo, fruto de la presentación de unas perspectivas de ventas peores de lo esperado por parte de algunas compañías para la primera mitad del ejercicio. Sin embargo el comportamiento del Dow Jones y el S&P 500 era más estable, continuando con la tónica de la semana pasada. De las más de doscientas empresas del S&P 500 que ya han presentado beneficios, apenas una décima parte han obtenido unos resultados peores de lo esperado, lo que en cierta medida corresponde con una escenario de pequeñas ganancias en bolsa, en tanto que ya tenía recogida la disminución de beneficios del cuarto trimestre. Como ejemplo de la disparidad de resultados, Compaq y Exxon Mobil eran dos de las principales compañías que cerraron el ejercicio mejor de lo que se esperaba.

En Londres

, los sectores más sensibles a una bajada de tipos eran los más beneficiados. La elevada probabilidad de que el Banco de Inglaterra relaje su política monetaria el próximo 9 de febrero era capitalizado de forma positiva tanto por los grandes almacenes y superficies (Marks &Spencer y Sainsbury fundamentalmente) como por los grandes bancos, que han sido los que mejor comportamiento han tenido a lo largo de la semana (HSBC ganaba más de un 5%). Las compañías de TMT (BT y la diseñadora de microprocesadores ARM) también se veían afectados por el mal sentimiento generalizado en todos los mercados acerca de los problemas que tendrán las grandes operadoras para sacar sus filiales de móviles a bolsa, y por la disminución de la demanda de componentes informáticos.

En París

, la posibilidad de que el gobierno francés tenga que reducir el precio de las licencias de móviles, motivado entre otras cosas por la decisión de Telefónica y Suez Lyonnaise des Eaux de no acudir, recondujo en gran medida la cotización de France Telecom. A pesar del mal comienzo de semana de la compañía francesa, que se vio perjudicada por el anuncio de un precio de salida al mercado de su filial Orange la mitad de lo inicialmente estimado, conseguía recuperar a final de semana. STMicroelectronics, la primera empresa creadora de chips europea, anunciaba que sus ventas durante el primer trimestre podrían caer con respecto al trimestre anterior. Era Alcatel la que presentaba el peor comportamiento del índice con cesiones superiores al 10%. Como consecuencia de este peor comportamiento de las TMTs, los inversores volvían a situarse en valores más defensivos.

La Bolsa de Francfort

ha sido la que peor se ha comportado, en gran medida debido a las cesiones de Deutsche Telecom, que perdía más de un 10% a lo largo de la semana. Los negativos resultados del cuarto trimestre presentados por la operadora alemana (pérdidas de 1000 millones de euros) fueron incluso peores que las estimaciones que se barajaban. Distinto comportamiento tenía DaimlerChrysler, que tras el anuncio del próximo intercambio de acciones que llevará a cabo con Mitsubishi Motors, recogía una apreciación considerable. SAP también se veía favorecida por el buen comportamiento de sus resultados en el cuarto trimestre e incluso de sus perspectivas para el primero de este año.

La Bolsa de Tokio

cerraba la semana con un comportamiento negativo superior al 2%. A pesar de superar el lunes la barrera de los 14.000 puntos, perdió rápidamente esta cotización debido fundamentalmente a la negativa evolución del sector tecnológico. NEC, Toshiba, Sony y Fujitsu se veían afectadas tanto por lo acontecido en el mercado estadounidense como por los problemas de consumo privado que sigue atravesando al economía nipona. Dentro del sector TMT también eran las compañías relacionadas con los semiconductores y fibra-óptica los más perjudicados perdiendo en el caso de Furukawa casi un 14%.

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