Los GRAPO planeaban un secuestro en Madrid cuando mataron al policía

El policía fue asesinado el 17 de noviembre del año pasado por dos terroristas que fueron identificados como Marcos Martín Ponce e Israel Torralba. Sanz Morales murió cuando salía del colegio Luz Casanova, en la calle de la Alondra, al que acudió por primera vez para presentarse a la directora del centro. El hecho de que fuera la primera vez que iba al colegio levantó las sospechas de los investigadores del crimen, ya que la visita no formaba parte de las rutinas de Sanz Morales y, por tanto, era más que improbable que los terroristas hubieran elaborado información alguna sobre el agente para ...

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El policía fue asesinado el 17 de noviembre del año pasado por dos terroristas que fueron identificados como Marcos Martín Ponce e Israel Torralba. Sanz Morales murió cuando salía del colegio Luz Casanova, en la calle de la Alondra, al que acudió por primera vez para presentarse a la directora del centro. El hecho de que fuera la primera vez que iba al colegio levantó las sospechas de los investigadores del crimen, ya que la visita no formaba parte de las rutinas de Sanz Morales y, por tanto, era más que improbable que los terroristas hubieran elaborado información alguna sobre el agente para matarlo en ese punto.

El asesinato se produjo ocho días después de la desarticulación de la cúpula de la banda en París (incluidos los históricos Manuel Pérez Martínez, camarada Arenas, y Fernando Silva Sande), por lo que inicialmente fue interpretado como una venganza por esa operación policial.

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Pero el análisis de la documentación requisada en París dio a los investigadores la clave de las verdaderas intenciones de los grapos. Fuentes de la investigación han asegurado que entre los papeles hallaron el nombre de un empresario -cuyo identidad no ha sido revelada- que vive en la misma calle en que fue asesinado el policía. Este dato y las circunstancias del atentado han llevado a los investigadores al convencimiento de que la verdadera intención de Ponce y Torralba -dos de los cuatro o cinco terroristas con capacidad de actuar que conserva la banda- era confirmar la información que tenían del empresario a fin de secuestrarlo 'para recaudar dinero y dar impresión de que tienen capacidad operativa', según las fuentes consultadas. El Ministerio del Interior ha reconocido que, efectivamente, el asesinato no fue una represalia por el golpe a la cúpula de la banda.

'El enfrentamiento armado, en el atraco al furgón blindado en Vigo, el 8 de mayo, en el que fallecen dos vigilantes de seguridad, así como el asesinato el 17 de noviembre del policía de proximidad Francisco Sanz Morales, implica un cambio real y efectivo de la estrategia terrorista de los GRAPO; por lo cual este último hecho no representa un acto de venganza aislado en represalia por la detención de la cúpula de la organización en París', según una respuesta parlamentaria a una pregunta del senador socialista Juan Barranco. El Gobierno agrega en su texto la posibilidad de una 'mayor radicalización' de la banda, que incluya 'atentados directos contra cualquier persona o institución que para ellos represente intereses del Estado'.

La documentación de París permitió también localizar tres pisos de los GRAPO, uno en Barcelona y dos en Madrid (uno de ellos en la calle de la antigua cárcel de Yeserías, por la que diariamente pasan funcionarios de prisiones). Los tres pisos habían sido abandonados por los GRAPO como 'medida de precaución' tras el golpe a su cúpula.

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