Una guardería recién inaugurada sufre dos vertidos de aguas fecales

La guardería municipal Mont Taber, situada en la calle de Santa Elena número 4 del barrio del Raval de Barcelona e inaugurada hace un mes, ha sufrido dos vertidos de aguas fecales que han afectado a la planta baja del edificio, donde se encuentra ubicada la cocina y las aulas destinadas a lactantes y a los niños de 9 a 15 meses. Claudia Benito, madre de uno de los niños que asisten al centro, explicó que el primer vertido se produjo la tarde del 7 de enero, último día de las vacaciones navideñas. 'Antes ya habíamos tenido problemas', dijo Benito, 'porque notábamos olores muy fuertes'.

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La guardería municipal Mont Taber, situada en la calle de Santa Elena número 4 del barrio del Raval de Barcelona e inaugurada hace un mes, ha sufrido dos vertidos de aguas fecales que han afectado a la planta baja del edificio, donde se encuentra ubicada la cocina y las aulas destinadas a lactantes y a los niños de 9 a 15 meses. Claudia Benito, madre de uno de los niños que asisten al centro, explicó que el primer vertido se produjo la tarde del 7 de enero, último día de las vacaciones navideñas. 'Antes ya habíamos tenido problemas', dijo Benito, 'porque notábamos olores muy fuertes'.

El inmueble en el que se encuentra la guardería está adosado a otro también de reciente inauguración, ambos construidos por Procivesa, que sufre igualmente problemas de olores.

A raíz del vertido, los padres establecieron contacto con el distrito de Ciutat Vella, encargado del mantenimiento, y con el Instituto Municipal de Educación de Barcelona, propietario de la guardería. 'Exigimos que el Instituto haga los arreglos con garantías y nos proporcione informes sanitarios, además de reponer el mobiliario necesario', dijo Benito.

Con la construcción actual, todas las cañerías de la finca desembocan en la de la guardería. Benito afirmó que los padres quieren que les devuelvan el dinero 'por la semana que no hemos utilizado la guardería y por los perjuicios causados'. Tras permanecer una semana cerrada, la guardería abrió de nuevo sus puertas el pasado lunes, aunque el servicio de comedor no se restableció hasta el viernes 19. El miércoles 17 se produjo un nuevo vertido de aguas fecales en el aula de lactantes, aunque en aquel momento no había ningún niño.

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