Miedo al éxito en las urnas

A los islamistas marroquíes les da aparentemente miedo obtener un buen resultado en las urnas en las que pueden ser, dentro de algo más de un año, las primeras elecciones limpias del reino.Acaso sea porque han sacado la lección de la vecina Argelia, donde una previsible victoria integrista provocó la reacción del Ejército en enero de 1992. Desde entonces, la guerra civil larvada que vive el país se ha cobrado más de 100.000 muertos.

El ilegal pero tolerado movimiento Justicia y Espiritualidad no se va a presentar porque, pese a las promesas, sospecha que los comicios estarán trucados. P...

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A los islamistas marroquíes les da aparentemente miedo obtener un buen resultado en las urnas en las que pueden ser, dentro de algo más de un año, las primeras elecciones limpias del reino.Acaso sea porque han sacado la lección de la vecina Argelia, donde una previsible victoria integrista provocó la reacción del Ejército en enero de 1992. Desde entonces, la guerra civil larvada que vive el país se ha cobrado más de 100.000 muertos.

El ilegal pero tolerado movimiento Justicia y Espiritualidad no se va a presentar porque, pese a las promesas, sospecha que los comicios estarán trucados. Participar supone aceptar entrar en "un Parlamento cuyas prerrogativas son escasas", dice.

El jeque Yasín ha dado a entender que temía también cosechar una avalancha de votos que incitase al régimen a recortar las libertades.

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Existe en Marruecos otra formación islamista, el Partido de la Justicia y del Desarrollo, que además de ser legal cuenta con un puñado de diputados. Acudirá a las elecciones, pero su líder, Abdelilá Benkiran, tampoco quiere ganarlas.

Vaticina que, en el mejor de los casos, obtendrá el 20% de los sufragios, y se da por satisfecho con esta advertencia: "Lo peor que podría ocurrirnos, a nosotros los islamistas, es tener que gestionar los asuntos del Estado".

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