Aznar emplaza al PSOE a compartir un "proyecto de libertad" para impedir "la imposición totalitaria"

José María Aznar emplazó ayer al PSOE a decidir "si quiere compartir y coliderar un proyecto de libertad" en el País Vasco, con el PP, o "si prefiere asistir impávido a la imposición totalitaria de quienes tienen como proyecto político convertir a una mayoría de los vascos en extranjeros en su propia tierra", en referencia al PNV. En la conferencia que pronunció ayer en la Real Academia de la Historia, titulada La Presidencia y el Gobierno desde 1996 hasta hoy, situó la solución al problema del terrorismo como su principal reto. "La única sombra que amenaza nuestro proyecto común es el terrori...

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José María Aznar emplazó ayer al PSOE a decidir "si quiere compartir y coliderar un proyecto de libertad" en el País Vasco, con el PP, o "si prefiere asistir impávido a la imposición totalitaria de quienes tienen como proyecto político convertir a una mayoría de los vascos en extranjeros en su propia tierra", en referencia al PNV. En la conferencia que pronunció ayer en la Real Academia de la Historia, titulada La Presidencia y el Gobierno desde 1996 hasta hoy, situó la solución al problema del terrorismo como su principal reto. "La única sombra que amenaza nuestro proyecto común es el terrorismo".

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Aznar mantuvo sus conocidas posiciones sobre la vinculación entre la eficacia en la lucha antiterrorista y el cambio de rumbo en la política vasca, con una alternativa de los no nacionalistas al Gobierno de coalición entre PNV y Eusko Alkartasuna. Y lo hizo mirando hacia el PSOE, aunque sin citarlo expresamente, en un momento en el que delegaciones de su Gobierno y de los socialistas han abierto una negociación para cerrar un pacto sobre el País Vasco y contra el terrorismo. Aznar propuso, además de "detener comandos", algunas medidas políticas que son una parte del plan antiterrorista del Gobierno e incluso del programa de un futuro Ejecutivo vasco alternativo en el que participase el PP. Son medidas de tipo educativo -"hacer lo necesario para que el odio y la mentira no se inculquen a los más jóvenes"-, de reforma en el funcionamiento de la Ertzaintza -"lograr que una policía que tiene el deber de velar por las libertades se vea respaldada en su tarea de que las calles sean un espacio de convivencia"- y de intervención más activa del Estado de derecho contra ETA -"impedir la comprensión y la ayuda material, moral o política al entramado terrorista"-.

Dudas y vacilaciones

Para la consecución de estos objetivos, Aznar reiteró que "es imprescindible construir una alternativa de libertad para los vascos". Dirigió, a renglón seguido, una advertencia al PSOE, sin citarle en ningún momento: "Las dudas, las vacilaciones o el cálculo político de vuelo corto no son para este momento".E invitó a los socialistas a resolver este dilema: "Hay que decidir si se quiere compartir y coliderar un proyecto de libertad o si se prefiere asistir impávido a la imposición totalitaria de quienes tienen como proyecto político convertir a una mayoría de vascos en extranjeros en su propia tierra".

El presidente del Gobierno apeló a la unidad de los demócratas, y en una nueva referencia al PSOE, precisó: "Una unidad sin grietas, sin ambigüedades, sin cálculos egoístas, emparejada a la libertad y a las únicas instituciones que pueden defenderla". En su discurso recuperó la evocación al Espíritu de Ermua -la enorme movilización popular contra ETA, tras el secuestro y posterior asesinato, en julio de 1997, del concejal del PP en esa localidad vizcaína Miguel Ángel Blanco- como fermento de la unidad social y política contra la banda terrorista. "Durante esos días los asesinos y sus colaboradores sufrieron seguramente el mayor golpe de su oscura historia. La unidad de los demócratas devolvió a los ciudadanos la confianza en la libertad y en las instituciones garantes de sus derechos fundamentales".

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Recordó cómo, para salir del acoso, ETA ensayó un "quiebro histórico", que desembocó en la firma del Pacto de Estella -con el PNV y EA-, que supuso "una traición al Espíritu de Ermua, a la Constitución y al Estatuto". "Hoy conviene recordar que el Pacto de Estella no es sólo condenable porque entre sus firmantes figuren los terroristas. También lo es, y en idéntica medida, por tratarse de un proyecto concertado para quebrantar la voluntad democrática del pueblo".

Agotar la legislatura

En su discurso hubo también una doble alusión: a que agotará la legislatura y a que no volverá a presentarse como candidato a la Presidencia del Gobierno. "He tenido el honor de poder gobernar España durante casi cinco años y aún me quedan tres más por delante. Al final de ese periodo, creo que podré decir que pude aplicar en muy buena medida mi ideal político, en cada tiempo según lo que las circunstancias permitieron".Fijó como prioridades de su Gobierno, además del terrorismo, el alcance del pleno empleo, la mejora de la educación para todos y la reforma de la Justicia. También aludió Aznar a la política de inmigración y al nuevo modelo de financiación autonómica.

Valoró como un logro importante la alternancia política, en marzo de 1996, con la llegada a La Moncloa de un Gobierno de centroderecha porque ha supuesto "el entierro del voto del miedo". "Quedó enterrada por fin esa anormalidad de la política española que significaba tener nuestra historia como rémora y no como enseñanza", señaló.

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