Íñigo Cavero y Claudio Boada destacan la "audacia y la creatividad" de Eduardo Barreiros

Íñigo Cavero, presidente del Consejo de Estado y en su día secretario general de Barreiros, y Claudio Boada, ex presidente del Banco Hispano, del INI y competidor directo de Barreiros como presidente de Pegaso, describieron ayer a Eduardo Barreiros como "un empresario audaz y creativo, sin el que no sería posible entender el desarrollo de la automoción en España". Ambas personalidades destacaron en la I Conferencia Internacional de la Automoción que Barreiros rompió el monopolio del sector en 1959 y sentó los cimientos de una industria que se ha convertido en el quinto productor mundial.
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Íñigo Cavero, presidente del Consejo de Estado y en su día secretario general de Barreiros, y Claudio Boada, ex presidente del Banco Hispano, del INI y competidor directo de Barreiros como presidente de Pegaso, describieron ayer a Eduardo Barreiros como "un empresario audaz y creativo, sin el que no sería posible entender el desarrollo de la automoción en España". Ambas personalidades destacaron en la I Conferencia Internacional de la Automoción que Barreiros rompió el monopolio del sector en 1959 y sentó los cimientos de una industria que se ha convertido en el quinto productor mundial.

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La segunda sesión de la I Conferencia Internacional de la Automoción se centró ayer en el desarrollo del automóvil en la historía económica de España. Para ello, Íñigo Cavero y Claudio Boada, que han ocupado cargos en el sector, evocaron la figura de Eduardo Barreiros, fallecido en 1992. Cavero le recordó como un "adelantado de su tiempo, que tuvo que luchar contra las dificultades propias de la economía española de final de los años cincuenta con el Plan de Estabilización".Tras la presentación de Juan Miguel Antoñanzas, otro histórico del sector (fue presidente de Seat) y gran conocedor del desarrollo automovilístico español, Íñigo Cavero resaltó que el legado de Barreiros pervive en la actualidad con gran fuerza. "De no haber existido el complejo industrial Barreiros en Villaverde, la multinacional francesa Peugeot habría establecido sus instalaciones industriales de fabricación en alguna otra zona del territorio español. Esto ha permitido, como ha resaltado el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que Madrid sea el cuarto espacio industrial de automoción de Europa", recalcó Cavero. El hoy presidente del Consejo de Estado destacó las dificultades que tuvo que superar Barreiros, que se derivaban de la competencia de dos empresas estatales, encuadradas en el Instituto Nacional de Industria, como eran Enasa (fabricante de los camiones Pegaso, hoy en manos del grupo Fiat-Iveco) y Seat.

Cavero reseñó la valentía de un empresario que nunca se encogió ante las dificultades. "Recuerdo que, como el mercado no contaba con adecuados mecanismos para resolver las demandas de venta a plazo, hubo que establecer un sistema legal que lo permitiera. Creo que Barreiros creó la primera empresa de ventas de coches a plazos", recordó Cavero. El hoy presidente del Consejo de Estado, que finalizó emocionado su exposición, calificó a Barreiros de "figura mítica e irrepetible".

Claudio Boada, que sufrió la competencia directa de Barreiros cuando al final de los años cincuenta presidió Enasa-Pegaso, no dudó en señalar a Eduardo Barreiros, junto a Wifredo Ricard y a José María López de Letona, como las tres personas más decisivas de la historia de la automoción española, que ya cumple un siglo de antigüedad. El primero, por su aportación al diseño del automóvil en España; el segundo, por la apertura de España a las inversiones de las multinacionales extranjeras.

"Barreiros rompió el monopolio de Pegaso al fabricar un camión de seis toneladas a mitad de precio que el nuestro y que nos hizo reaccionar. Creo que ésta es una gran contribución al desarrollo de un sector que ha conseguido después un gran desarrollo", dijo Boada, que se confesó competidor directo de Barreiros, pero, a la vez, gran amigo del empresario. Boada negó que en España no haya habido tecnología propia en el sector de la automoción, y añadió que el problema es que de los años cincuenta a los setenta no hubo una clase media suficiente para mantener la fuerte demanda necesaria para sostener las grandes producciones en serie.

En la sesión de la tarde de ayer, que fue coordinada por Antonio Gómez Mendoza, intervino Patrick Fridenson, de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales francesa, quien disertó sobre la industria europea del automóvil, tras ser presentado por Jordi Nadal, profesor de la Universidad de Barcelona.

En la sesión de la mañana, Luis Gámir, presidente de Semat y diputado del PP, destacó la fuerte relación que existe entre el automóvil y el ferrocarril, ya que el 50% de la distribución de vehículos en España se realiza por tren, cifra muy similar a la que se registra en la UE. Gámir anunció que la calidad de este transporte se incrementará en breve por la utilización de vagones cubiertos debido a la prohibición del desparafinado (sustancia protectora de la pintura del vehículo), a la que se añaden las exigencias de los clientes.

Gámir también apostó por una mayor liberalización del ferrocarril para mejorar la competencia y recordó que Renfe se dividirá en dos áreas, una dedicada a las infraestructuras y la otra a servicios. Esta última no se privatizará, pero se liberalizará para dar entrada a competidores.

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