Gore no aceptará los resultados de Florida si no le son favorables

EE UU no tendrá el lunes un indiscutido presidente electo. Al Gore, según informó ayer David Boies, el jefe de sus abogados, rechazará los resultados oficiales que Florida puede certificar a partir del lunes si éstos son favorables a George W. Bush. El candidato demócrata tenía ayer renovadas esperanzas en que el recuento manual de las papeletas mal perforadas en Broward y Palm Beach le dé la victoria. Pero, por si no es así, Gore quiso advertir al mundo de que no dará por terminada la batalla. El Supremo de EE UU admitió ayer a trámite uno de los dos recursos de Bush.

La causa ha llega...

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EE UU no tendrá el lunes un indiscutido presidente electo. Al Gore, según informó ayer David Boies, el jefe de sus abogados, rechazará los resultados oficiales que Florida puede certificar a partir del lunes si éstos son favorables a George W. Bush. El candidato demócrata tenía ayer renovadas esperanzas en que el recuento manual de las papeletas mal perforadas en Broward y Palm Beach le dé la victoria. Pero, por si no es así, Gore quiso advertir al mundo de que no dará por terminada la batalla. El Supremo de EE UU admitió ayer a trámite uno de los dos recursos de Bush.

La causa ha llegado ya al Tribunal Supremo de Estados Unidos. Éste decidió ayer admitir a trámite uno de los dos recursos de Bush contra la aceptación del recuento manual en el resultado final de Florida. El alto tribunal convocó la audiencia sobre el caso para el próximo 1 de diciembre, cuando escuchará durante 90 minutos sus argumentos orales. La batalla judicial, por tanto, se complica. La combatividad de Gore evaporó también cualquier esperanza de que el pulso por la Casa Blanca termine el lunes, cuando los norteamericanos regresen del puente del Día de Acción de Gracias. Ese día, según sentencia del Tribunal Supremo de Florida, Katherine Harris, la secretaria de Estado republicana, está autorizada a proclamar los resultados oficiales en Florida, teniendo en cuenta las correcciones procedentes de los recuentos manuales, que ayer continuaban en Broward y Palm Beach.El plazo para que esos condados envíen a Harris sus correcciones vence a las cinco de la tarde del domingo, hora de Florida, seis horas más en la península Ibérica. La primera esperanza de Gore es arañar allí los 930 votos que necesita para contrarrestar la ventaja oficial de Bush tras dos escrutinios mecánicos y la contabilización de los votos por correo. Si es así, y ayer datos provisionales animaban esa esperanza, Gore se proclamará ganador el lunes.

Pero si las papeletas mal perforadas no le conceden la victoria, Gore no aceptará la derrota. Negará validez a los resultados oficiales y emprenderá nuevas acciones judiciales, adelantó Boies. La base será discutir los resultados del condado de Miami-Dade, por no haberse celebrado allí un recuento manual, por decisión adoptada por su junta electoral en un clima de exacerbadas pasiones políticas. Pero el Supremo de Florida, favorable a las tesis de Gore, debilitó el jueves la posición del candidato demócrata. El Supremo de Florida rechazó una petición de Gore y se negó a obligar a la junta electoral de Miami-Dade a efectuar el escrutinio manual.

Los republicanos reaccionaron ayer con indignación al anuncio de Gore de que no aceptará los resultados oficiales que el lunes puede anunciar Florida si no le son favorables. "Lo que Gore está diciendo es que no parará de promover recuentos y demandas judiciales hasta ganar como sea", dijo Karen Hughes, portavoz de Bush. Mientras, en el campo demócrata se expresaban dudas sobre la sabiduría política del desafío de Gore.

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