Gore o Bush

Las elecciones inclonclusas de los Estados Unidos. Medio mundo opina que se trata de una tragedia para la democracia, y la otra mitad que se trata e una vergonzosa chapuza. Los expertos -y los propios aspirantes- reconocen que, a la vista de lo sucedido, el resultado será lo de menos. He ahí el milagro, pues ¿desde cuándo, el resultado no es lo que prima? ¿Se acabó el anatemizar a los perdedores, aunque sea de penalty injusto y en el último minuto? Gane Bush o Gore, la lección es la misma. Transmitamos de una vez la importancia de vivir sencillamente, valorando por encima de todo valores human...

Las elecciones inclonclusas de los Estados Unidos. Medio mundo opina que se trata de una tragedia para la democracia, y la otra mitad que se trata e una vergonzosa chapuza. Los expertos -y los propios aspirantes- reconocen que, a la vista de lo sucedido, el resultado será lo de menos. He ahí el milagro, pues ¿desde cuándo, el resultado no es lo que prima? ¿Se acabó el anatemizar a los perdedores, aunque sea de penalty injusto y en el último minuto? Gane Bush o Gore, la lección es la misma. Transmitamos de una vez la importancia de vivir sencillamente, valorando por encima de todo valores humanos y no materiales. ¡Viva el empate!- Iñaki Souto. Bilbao