Dos jóvenes atacan en plena calle al concejal de Urbanismo de Alcalá
El edil de Urbanismo de Alcalá, Javier Ocaña, denunció ayer en comisaría que dos jóvenes le habían agredido esa tarde frente al portal de su casa. Ocaña afirmó que, sin mediar palabra, le salieron al paso y le propinaron un puñetazo en la cara, para luego huir a la carrera. Ocaña sospecha que la agresión puede estar relacionada con el expediente de demolición de la discoteca Radical, situada a las afueras de la ciudad. Es la quinta vez que este edil denuncia acciones que atentan contra su seguridad o la de su familia.
Ocaña lo contó así ayer noche: "Volvía del Ayuntamiento a mi casa, er...
El edil de Urbanismo de Alcalá, Javier Ocaña, denunció ayer en comisaría que dos jóvenes le habían agredido esa tarde frente al portal de su casa. Ocaña afirmó que, sin mediar palabra, le salieron al paso y le propinaron un puñetazo en la cara, para luego huir a la carrera. Ocaña sospecha que la agresión puede estar relacionada con el expediente de demolición de la discoteca Radical, situada a las afueras de la ciudad. Es la quinta vez que este edil denuncia acciones que atentan contra su seguridad o la de su familia.
Ocaña lo contó así ayer noche: "Volvía del Ayuntamiento a mi casa, eran sobre las tres y veinte de la tarde e iba a abrir la puerta del portal cuando, en presencia de una pareja de vecinos de mi bloque, dos hombres jóvenes, vestidos con cazadoras negras y que llevaban gafas de sol oscuras, me propinaron un puñetazo". "Afortunadamente estoy bien, no me han hecho nada", añadió.El edil, que es militante del Partido Democrático de la Nueva Izquierda (PDNI) y formó parte de las listas del PSOE-Progresistas al Ayuntamiento de Alcalá de Henares, funda sus sospechas en los hechos que le llevaron a poner las cuatro denuncias anteriores. La primera la interpuso contra uno de los encargados de Radical, Alejandro Conde, por supuestas amenazas de muerte. Fue al día siguiente de firmar la apertura del expediente de demolición de la discoteca, argumentando que, a pesar de llevar diez años funcionando, carecía de licencia y no podría conseguirla al estar instalada en suelo industrial. Conde negó que hubiese amenazado al concejal.
La segunda denuncia se produjo unas semanas después, cuando Ocaña se encontró en la fachada del local expedientado (que da a la vía Complutense, una de las principales arterias de Alcalá) grandes pancartas con su foto y una cruz negra pintada sobre su cara, reclamando la apertura de la discoteca y firmadas por los trabajadores de ésta. La tercera visita a la comisaría la realizó el edil de Urbanismo después de sufrir una persecución en coche cuando se dirigía a su domicilio. Según Ocaña, el vehículo que le siguió era propiedad de una persona relacionada con Radical.
"La cuarta vez que presenté denuncia fue porque vi, asustado, que en una página web se vertían insultos contra mis hijos, identificándolos y dando información sobre los sitios en los que se mueven", explicó Ocaña. Este periódico consultó ayer la página web de Radical. No pudo localizar esa información, pero sí insultos al edil por parte de los jóvenes usuarios de su "libro de visitas", que le identifican como el culpable del cierre de la discoteca y el fin de sus "maravillosas" fiestas.
Javier Ocaña firmó ayer por la mañana -antes de la agresión- la propuesta de demolición de la discoteca. Para que ésta sea efectiva tendrá que resultar aprobada en la Comisión de Gobierno del próximo martes. En todo caso, quedará poco por demoler, ya que buena parte del local ha sido desmontado y trasladado a Trijueque (Guadalajara). La página web de Radical anuncia la apertura de la nueva discoteca para el próximo domingo, con una gran fiesta en el kilómetro 78 de la carretera N-II.