Aumenta la presencia de las mujeres

Hillary Clinton se ha convertido en la primera mujer de un presidente que salta a la política, con un escaño por Nueva York en el Senado. Su espectacular entrada en la arena política enmascara una mínima presencia femenina en las Cámaras de Estados Unidos, país donde rige un sistema de representación personal que no admite cuotas y elimina de entrada a quien no tiene opción a la victoria. A cambio, tolera a quien esté dipuesto a conseguir un escaño pagándolo de su propio bolsillo. En estas elecciones, las mujeres han aumentado su representación en el Senado, ya son 12 en una Cámara de 100, y e...

Hillary Clinton se ha convertido en la primera mujer de un presidente que salta a la política, con un escaño por Nueva York en el Senado. Su espectacular entrada en la arena política enmascara una mínima presencia femenina en las Cámaras de Estados Unidos, país donde rige un sistema de representación personal que no admite cuotas y elimina de entrada a quien no tiene opción a la victoria. A cambio, tolera a quien esté dipuesto a conseguir un escaño pagándolo de su propio bolsillo. En estas elecciones, las mujeres han aumentado su representación en el Senado, ya son 12 en una Cámara de 100, y entre los gobernadores, con cinco entre 50, más que nunca. Es probable que cedan tres escaños en la Cámara de Representantes.

Las nueve mujeres del Senado saliente publicaron hace unos meses un libro titulado Nueve y subiendo. Tenían razón. Ya son 12 y pudieran llegar a 13 en función de cómo se resuelva la pugna del Estado de Washington, único escaño que aún está en el aire, en esa Cámara, por el que pugna Maria Cantwell.

Esta candidata demócrata ha invertido ocho millones de dólares (1.600 millones de pesetas) de su fortuna personal, producto de la era de Internet, en una campaña que está pendiente de al menos 650.000 votos enviados por correo.

Entre los 11 candidatos a gobernador que se eligieron el martes había cinco mujeres, y tres lograron la victoria. Nueva en la función es Ruth Ann Minner, que, en versión menor del niño que vende periódicos y llega a presidente, entró como recepcionista en la residencia del gobernador en los años setenta y acaba de pasar de subgobernadora a gobernadora.

Entre los 435 legisladores de la Cámara de Representantes saliente había 56 mujeres. Es probable que en la nueva Cámara haya tres menos.