Planeta Manga
El Salón del Manga, que se clausura hoy en La Farga de L'Hospitalet, vivió ayer su día de mayor actividad a la espera de revalidar la cifra de visitantes de la pasada edición, que llegó a 30.000. Sin lugar a dudas, los protagonistas fueron el concurso de karaoke y el de disfraces. El primero, celebrado durante la mañana, contó con unos 60 participantes, y el segundo, por la tarde, con unos 300. Ambas competiciones demostraron dos cosas: que los miembros de la tribu manga no tienen complejos y que, más que aficionados, son auténticos y entusiastas fans.En el concurso de ...
El Salón del Manga, que se clausura hoy en La Farga de L'Hospitalet, vivió ayer su día de mayor actividad a la espera de revalidar la cifra de visitantes de la pasada edición, que llegó a 30.000. Sin lugar a dudas, los protagonistas fueron el concurso de karaoke y el de disfraces. El primero, celebrado durante la mañana, contó con unos 60 participantes, y el segundo, por la tarde, con unos 300. Ambas competiciones demostraron dos cosas: que los miembros de la tribu manga no tienen complejos y que, más que aficionados, son auténticos y entusiastas fans.En el concurso de karaoke, los participantes podían escoger entre 12 temas, entre los que se encontraban los de las series Mazinger Z, Slayers y Dragon Ball, todos ellos en japonés. En el de disfraces, era obligado hacer algún tipo de actuación relacionada con el personaje que se encarnaba, con lo que se vieron luchas de artes marciales, sketches improvisados y más canciones.
Entre el público se podía vislumbrar alguna que otra camiseta reivindicativa: "El manga no es peligroso. La ignorancia sí". La firmaba la sección española de la Asociación de Defensa del Anime y Manga, cuyo objetivo principal es concienciar a los padres para que no prejuzguen el contenido de según qué series consideradas violentas: "En España no se nos ve con buenos ojos porque existe la creencia de que los dibujos animados sólo son para niños pequeños. Hay que diferenciar unos dibujos de otros y avisar de que algunos no son para niños, sino para gente mayor", explicaba Samuel Molina, un portavoz de la asociación.