Descontento generalizado en el Alt Urgell con el sistema de telefonía rural

Nueve de cada 10 usuarios del sistema de telefonía rural de Telefónica, denominado Track, están descontentos con su funcionamiento, de acuerdo con un informe del Consejo Comarcal del Alt Urgell que analiza los resultados de una encuesta realizada durante los últimos tres meses entre 300 clientes. Estos teléfonos funcionan a través de ondas hertzianas como la radio, aunque la compañía cobra las mismas tarifas que en el sistema convencional.

Las principales quejas consisten en la imposibilidad de efectuar llamadas si la climatología del momento no es buena; en la mala calidad de las comun...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Nueve de cada 10 usuarios del sistema de telefonía rural de Telefónica, denominado Track, están descontentos con su funcionamiento, de acuerdo con un informe del Consejo Comarcal del Alt Urgell que analiza los resultados de una encuesta realizada durante los últimos tres meses entre 300 clientes. Estos teléfonos funcionan a través de ondas hertzianas como la radio, aunque la compañía cobra las mismas tarifas que en el sistema convencional.

Las principales quejas consisten en la imposibilidad de efectuar llamadas si la climatología del momento no es buena; en la mala calidad de las comunicaciones y en los cortes que se producen en llamadas de larga duración. El 56% de los encuestados señalan que estos problemas son frecuentes, mientras que en el 44% de los casos se trata de situaciones esporádicas.Otro de los inconvenientes de los teléfonos Track es que no permiten la contratación del servicio de contestador automático, ni la conexión de un fax ni el acceso a Internet, y el 69% de los usuarios consultados estaría interesado en entrar en la red. Además, las características de la telefonía rural obligan forzosamente a alimentar los aparatos con energía eléctrica, lo cual obliga a muchos usuarios a disponer de grupos electrógenos.

El estudio también destaca la poca cobertura de los teléfonos móviles en la comarca, que sólo tiene buena recepción en una estrecha franja de los valles del Segre y Valira, coincidiendo con el trazado de las carreteras principales. Asimismo, en los núcleos con telefonía rural, la recepción de las emisoras de radio y de las cadenas de televisión es también muy deficiente. En el caso de las privadas es prácticamente nula. El 83% de los encuestados creen que la falta de estos servicios básicos de telecomunicaciones llevará a la emigración a las generaciones futuras.

El senador socialista y alcalde de La Seu d'Urgell, Joan Ganyet, presentó en septiembre una moción en la que instaba al Gobierno central a intervenir ante Telefónica para que equipare el nivel de prestación del servicio telefónico entre los usuarios de las zonas rurales y urbanas. Ganyet considera que la prestación de un servicio de menor calidad supone una "injusta discriminación" que conviene corregir en el plazo de tiempo más breve posible, ya que "no puede justificarse la existencia de dos categorías de ciudadanos y de territorios, que pagan lo mismo por un servicio básico pero que no reciben las mismas prestaciones".

El alcalde de La Seu afirma que la mala calidad de la telefonía rural "limita las posibilidades de desarrollo social y económico de las poblaciones más aisladas", vulnera el derecho constitucional de los ciudadanos a gozar de las mismas oportunidades. También infringe la vigente Ley General de Telecomunicaciones, que garantiza el derecho de todos los ciudadanos a acceder a los servicios en condiciones de igualdad y determina que las conexiones telefónicas han de permitir a los usuarios la posibilidad de emitir y recibir la transmisión de voz, fax y datos.

Telefónica comenzó a instalar hace seis años este sistema en núcleos aislados de zonas rurales y de montaña de toda España con el fin de reducir los gastos de mantenimiento de las líneas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En